La Conselleria de Agricultura y el sector citrícola (que incluye a las organizaciones agrarias, cooperativas y comercio privado) acordaron ayer un plan de actuación que incluirá la planificación de la producción durante los próximos cinco años a través de la reconversión varietal, así como la consolidación de los mercados de destino y las reformas en la estructuras agrarias para aumentar la rentabilidad. Esta reunión se produce tras el desastroso arranque de la campaña citrícola 2018/2019, en la que se han paralizado las operaciones de las mandarinas y naranjas, perjudicadas sobre todo por las importaciones de Sudáfrica y las lluvias torrenciales de noviembre. Las exportaciones han caído un 15 %.
Mientras AVA-Asaja considera el plan del Consell «insuficiente» y no descarta movilizaciones, la Unió de Llauradors reclama un presupuesto «digno» e impulsar la oficina de la Comunitat Valenciana en Bruselas para tener un mayor protagonismo en las decisiones de la Unión Europea. Así lo trasladaron ayer en el encuentro con el secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero, al que también acudieron Asaja-Alicante, Fepac-Asaja, Comité de Gestión de Cítricos y Cooperatives Agro-alimentàries.
Mulero aseguró que con «carácter inmediato» se va a facilitar a los productores citrícolas que hayan tenido pérdidas de ingresos el acceso a créditos bonificados, con el objetivo de acceder a la financiación necesaria para acometer las inversiones que requieren sus explotaciones agrarias. Además, la conselleria propondrá al Gobierno central la reducción de los módulos del IRPF de los agricultores que han sufrido pérdidas en sus cosechas debido a fenómenos meteorológicos, y se iniciará un análisis de reestructuración varietal en el ámbito de la investigación.
Mientras tanto, el Comité de Gestión de Cítricos, que agrupa a los principales exportadores españoles, exige al Ministerio de Fomento que agilice con urgencia los pasos por la Jonquera e Irún tras verse cerrados por la Guardia Civil a raíz de las protestas por los «chalecos amarillos» franceses.
Los bloqueos acontecidos en las últimas fechas tanto en la frontera entre ambos países como, de manera puntual, en algunas importantes infraestructuras viales francesas han afectado de manera sustancial a la campaña de San Nicolás, que se celebrará el próximo 6 de diciembre y en el que el consumo de clementinas y naranjas se dispara en países como Holanda, Bélgica o buena parte de Alemania, con retrasos en las entregas de uno o dos días sobre la fecha programada. De no mediar un acuerdo, amenazan con alterar el momento álgido de la campaña citrícola, los envíos de Navidad. Diciembre es el mes en el que más volumen de exportación se realiza todos los años: entre 620.000 y 700.000 toneladas, fundamentalmente de clementinas de Nules y de naranjas Navelinas.
