Aena ha decidido replicar en València el desarrollo inmobiliario que ha proyectado en los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas y El Prat con una inversión conjunta de 4.600 millones (la mayor parte privada). El gestor aeroportuario va a invertir algo más de dos millones de euros en la contratación de una consultora que analice las posibilidades de sus activos valencianos, según confirmaron ayer a Levante-EMV fuentes cercanas al proyecto. El objetivo del grupo es rentabilizar sus suelos y activos inmobiliarios desaprovechados con fondos que inviertan en la construcción de inmuebles de uso terciario (hoteles, oficinas o naves logísticas) que sean operadas por gestores independientes. El proyecto excluye la construcción de viviendas.
El contrato con la consultora incluye el análisis de los aeropuertos de Manises, Palma de Mallorca, Málaga y Sevilla. El aeródromo valenciano tiene varios miles de metros cuadrados vacíos. El plan de Aena no pasa por vender suelo sino por buscar fondos que inviertan en los activos para rentabilizarlos al máximo. La compañía todavía no ha decidido qué uso le va a dar al suelo del aeropuerto de Manises porque está a la espera del informe de la consultora.
Aena acumula en España tres millones de metros cuadrados al margen de los utilizados para las actividades aeroportuarias. En esa cartera figuran suelos y naves desocupadas cuya explotación se frenó por la explosión de la burbuja inmobiliaria. Al final de 2015 la empresa se vio obligada a tasar sus activos.
Una de las cuestiones que tendrá que determinar la consultora contratada por Aena es la superficie exacta con potencial inmobiliario en manos de la compañía.
El Ministerio de Fomento presentó en abril el plan inmobiliario del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que abarcará unas 920 hectáreas de suelos (diez veces el parque de El Retiro). El plan contempla una inversión de 2.997 millones de euros a acometer en los próximos 40 años.
Una de las prioridades de la actuación en Barajas (como en València) es la explotación logística. Aena ha reservado para este proyecto logístico 257 hectáreas con una edificabilidad de 1,4 millones de metros cuadrados junto a la A2, en la zona prime del Corredor de Henares (uno de los principales polos logísticos de España). El objetivo principal es potenciar la carga aérea, la logística y las actividades de alto valor añadido, multiplicando por diez las zonas del aeropuerto dedicadas a estas actividades con especial atención al crecimiento del comercio electrónico. En el caso de València, el suelo del aeropuerto se encuentra en un enclave estratégico al estar junto a la capital, la autovía de Madrid y a escasos kilómetros del puerto de València. Los expertos coinciden en que el área es uno de los seis enclaves logísticos más importantes de España por su situación.
El proyecto madrileño incluye la creación de un nuevo centro urbano de usos mixtos en una zona de 62 hectáreas a desarrollar junto a la terminal T4. Los usos previstos en esta zona son hoteles, sedes corporativas y parques de oficinas.
Barcelona-El Prat
El plan inmobiliario para el aeropuerto de Barcelona-El Prat también da especial importancia al espacio logístico, además de los usos hoteleros, de oficinas y comerciales. El proyecto junto al aeródromo catalán afecta a 543 hectáreas, el equivalente a 470 estadios. De este espacio, 328 hectáreas serán suelo comercializable y las 215 restantes preservarán su valor ambiental, respetando los corredores naturales del Delta del Llobregat y el litoral marino con nuevas sendas peatonales, observatorios y accesos a las playas del Baix Llobregat.
