El Parlamento Europeo aprobó ayer un acuerdo comercial transcedental para los intereses exportadores del negocio agroalimentario de la Comunitat Valenciana aunque no soluciona el veto que de facto soporta su principal motor: el sector citrícola. El «mayor acuerdo bilateral comercial» jamás negociado por la Unión Europea, según un comunicado de la Eurocámara, crea una zona de libre comercio con 600 millones de personas, abarca un tercio del Producto Interior Bruto (PIB) global y un 40 % del comercio mundial.
Sin embargo, la actividad naranjera española -concentrada en la Comunitat Valenciana, Andalucía y Murcia- mantiene a cero sus envíos a este país asiático desde 2008 debido a los estrictos controles fitosanitarios impuestos por sus autoridades y que en la práctica suponen una barrera insalvable para exportar naranjas a ese país del Lejano Oriente. Según fuentes del sector, el Ministerio de Agricultura de España está trabajando con las autoridades niponas para flexibilizar el protocolo fitosanitario y poder hacer viable la exportación próximamente. Pero eso aún está por llegar.
Sectores beneficiados
Los países de la UE verán salvaguardados sectores sensibles y que en el caso de la Comunitat Valenciana son interesantes, como el arroz, vino y turrón; mientras que otros productos, como el queso, carne de cerdo y vacuno, la pasta, chocolate o galletas también podrán ser exportados a Japón sin aranceles «inmediatamente o tras un periodo de transición». Además, se podrán vender un total de 205 productos con indicaciones geográficas protegidas que representan el 78 % de los exportadores europeos al Estado nipón. El Consejo de la UE debe dar su aprobación definitiva al acuerdo comercial -ya ratificado por Japón- el próximo 21 de diciembre con vistas a que pueda entrar en vigor el 1 de febrero.
Según datos de la Cámara de Comercio de València, en 2017, más de un millar de empresas valencianas exportaron a Japón, y el país asiático acaparó el 3,3 por ciento de las ventas totales de la Comunitat Valenciana al exterior. Esta autonomía fue la décima autonomía española que más vendió al país asiático en 2017, con un 4,4 % del total de las ventas nacionales a la tercera economía mundial.
Los principales productos valencianos vendidos en Japón son el calzado, las bebidas elaboradas y en particular el vino y los zumos, la cerámica, los alimentos en conserva y los muebles, mientras que el sector de la automoción acapara la mayor parte de las importaciones niponas a la Comunitat.
Además, Japón se situó en 2017 como cuarto mayor inversor en la Comunitat Valenciana con un volumen de 35,3 millones de euros, lo que supone un 2000 % más que el año precedente y sitúa a esta autonomía española como la mayor receptora de capital nipón.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, durante una misión comercial realizada este año a Japón, aseguró que la Comunitat se ha marcado la meta concreta de multiplicar por cinco las actuales exportaciones valencianas al mercado nipón, hasta alcanzar los 500 millones de euros para 2025 tras el pacto de libre comercio entre Japón y la UE.
