En un contexto de creciente incertidumbre económica y con la perspectiva de que este mismo año el Banco Central Europeo (BCE) empiece a subir los tipos de interés y, por tanto, que el precio del dinero abandone su actual estatus del cero por ciento, los ahorradores han empezado a replegar velas en los fondos de inversión. El pasado diciembre, el volumen de activos de estos productos financieros registró un descenso de 6.233 millones de euros, un 2,4 % menos que en noviembre, con lo que el total se situó en los 285.905 millones. En el conjunto del año, la caída patrimonial ha sido de 4.217 millones, un 1,6% menos que en 2017.

El motivo de esta disparidad de datos se encuentra en que en la primera mitad del año los partícipes en estos instrumentos fueron incrementando mes a mes sus aportaciones, hasta alcanzar en junio un tope histórico de 272.703 millones. Desde entonces, sin embargo, cada período de treinta días ha experimentado un descenso en relación al anterior, según los datos hechos públicos ayer por la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Los fondos garantizados, de renta fija y monetarios son los únicos que registraron incrementos patrimoniales en diciembre, mientras que en el conjunto del ejercicio esa condición solo la defendieron los de renta variable nacional e internacional (por muy poco en ambos casos) y mixta y los globales. Los de renta fija acapararon las mayores reducciones patrimoniales.

Algo parecido ha sucedido en las cuentas de partícipes. Diciembre terminó con 73.600 menos que en el mes anterior. La cifra total está en 11,26 millones. No obstante, en junio había 11,48 millones.

Paralelamente, la rentabilidad de los fondos de inversión ha cerrado el año en terreno negativo en todas y cada una de las diferentes categorías en que se dividen estos productos. En consonancia con la pésima evolución que han experimentado los principales mercados bursátiles, los fondos con un peor resultado son los que están referenciados a la renta variable nacional e internacional, que han descendido un 11,6 % y un 12,6 % en cada caso. Los que registran una mejor trayectoria, siempre dentro de los números rojos, son los fondos monetarios y los garantizados, que pierden menos del uno por ciento.