CaixaBank ha convocado a los sindicatos el próximo jueves para comenzar a negociar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en el marco del nuevo Plan Estratégico 2019-2021, que contempla una reducción del 18% de la red de oficinas y podría implicar un ajuste de plantilla de alrededor de 2.000 empleados, según fuentes sindicales.

En concreto, la dirección ha manifestado su intención de llevar a cabo medidas como el despido colectivo, la modificación sustancial de condiciones de trabajo y la movilidad geográfica de los empleados, según ha informado UGT, que ha criticado que la dirección «ha desplegado toda la artillería pesada» para acomodar las condiciones laborales a sus propósitos.

En cualquier caso, CaixaBank ha anunciado su deseo de abrir un proceso de negociación previo que sirva para mitigar las medidas, al amparo de la disposición adicional quinta del convenio colectivo.

Durante la presentación de los nuevos objetivos de negocio para el próximo trienio, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, subrayó la idea de que el cierre del 18% de la red atañe exclusivamente a las oficinas y no se puede extrapolar al número de empleados, asegurando que el porcentaje de despidos sería «sensiblemente menor» al de oficinas.

En concreto, la entidad cerrará 821 sucursales urbanas, hasta contar con total de 3.640 en 2021, desde las 4.461 actuales. El plan del banco catalán busca avanzar hacia una transformación de su red que permita ampliar el número de oficinas de asesoramiento urbanas conocidas, como 'Store', hasta las 600 (frente a 285 actuales), mantener la red de sucursales en pequeñas poblaciones (red AgroBank) y desarrollar sus servicios digitales, como el nuevo modelo de atención 'inTouch'. Extender la red de oficinas 'Store' supone aumentar las integraciones de pequeñas sucursales urbanas, que se unirán en una única oficina. Esto, por tanto, supondrá un recorte de personal.