La crisis financiera mundial desencadenada en 2007 provocó en España una caída considerable de la inversión extranjera directa (IED), hasta reducirse el volumen de la inversión en fusiones y adquisiciones (FyAs) por encima del 40 %. Pero fue la Comunitat Valenciana, junto a Murcia y Galicia, la autonomía que más inversión procedente del extranjero perdió entre los años 2008 y 2014.
Así lo demuestra un estudio de los profesores Jordi Paniagua (de la Universitat de València) y Federico Carrill-Caccia (de la de Granada) en el que se señala que la tasa de variación de la IED respecto al Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunitat Valenciana durante la recesión descendió por debajo del menos 40 % en relación al periodo 2001-2007.
De todas formas, el artículo advierte que el desplome de la inversión extranjera en España durante la crisis fue generalizado, debido especialmente a la restricción de acceso al crédito y a la caída de la demanda, lo que llevó a las multinacionales bien a reducir el número de inversiones en el extranjero, o bien a reducir el volumen de los proyectos emprendidos.
Tal como señala el estudio, a principios de la década de los 90 la capacidad de atracción de la inversión en España había aumentado considerablemente y mantuvo esa trayectoria ascendente hasta la crisis financiera de 2007. Durante el periodo previo a lo que los profesores califican como «gran recesión», la valenciana estaba entre las comunidades españolas con mayor atractivo para el inversor extranjero, sólo por detrás de Madrid, Asturias y Cataluña.
Pero todo empezó a torcerse a partir de la segunda mitad de 2007 y en 2009 los flujos de IED ya eran un 84 % inferiores a los del inicio de la crisis, si bien durante esta recesión la inversión acumulada por las multinacionales extranjeras en España nunca bajó de los 600.000 millones.
Esta capacidad de atracción de inversiones extranjeras se vio afectada más en unas comunidades que en otras. Por ejemplo, en las Islas Baleares, Extremadura y Castilla-La Mancha -las menos afectadas- la tasa de variación de la ratio IED/PIB fue superior al 40, y también fueron positivas las de Madrid, Navarra, País Vasco La Rioja y Cataluña. En el resto el impacto fue negativo, aunque de forma especialmente acusada en Murcia, Galicia y la Comunitat Valenciana.
