La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) propone cerrar el déficit de la Seguridad Social, que cifra en el 1,4% del PIB, traspasando los gastos no contributivos del sistema al Estado, y con el aumento del tipo de cotización por contingencias comunes (pago de pensiones) a costa de las asignadas al SEPE (pago por desempleo). Estas medidas elevarían en conjunto el déficit estatal al 2,2% del PIB.

Asimismo, advierte de que en los próximos 30 años el envejecimiento poblacional elevará el gasto en pensiones entre 2 y 4 puntos de PIB, por lo que pide profundizar en la reforma de 2011 con el retraso en la edad efectiva de jubilación y una ampliación del período de la carrera de cotización, es dice, calcular la pensión con más años cotizados.

Así se desprende de un informe elaborado por la AIReF sobre la sostenibilidad de la Seguridad Social, en el que ve «factible» corregir el déficit estructural actual del sistema de la Seguridad Social, que se sitúa entre el 1,3% y el 1,5% del PIB, mediante ajustes de ingresos y gastos entre subsectores, al ser «deseable» que dicho desequilibrio sea asumido por el Estado.

La Autoridad Fiscal sostiene que visualizar el desequilibrio de la Seguridad Social de 17.400 millones como un problema del conjunto de las administraciones públicas permitiría reducir la incertidumbre existente respecto a la sostenibilidad del sistema, que genera «distorsiones en la toma de decisiones de pensionistas y agentes económicos», afectando a decisiones de ahorro y consumo y llevando a una «desafección generalizada» con el funcionamiento del sistema.

Para cerrar el déficit estructural existente en la Seguridad Social también sugiere la asunción por parte del Estado de determinados gastos que ahora soportan las cotizaciones, como son, entre otros, los gastos de funcionamiento de la SS (4.000 millones) o las prestaciones por maternidad y paternidad (1.000 millones).