El Banco de Valencia, que entró en el grupo Bankia por que controlaba el 40 % de su capital Bancaja, una de sus siete entidades fundadoras, volvió a ser protagonista en la sesión de ayer. Pese a haber sido objeto de reproches tanto por el exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, como por la Sala que juzga el caso, que en la víspera rechazó incluir documentación relativa al banco, la Fiscalía insistió sobre esta cuestión. Rato se desmarcó y señaló que «ellos tenían sus problemas y tenían que resolverlos».

En la crisis de la entidad valenciana, finalmente intervenida en noviembre de 2011, Bankia, «como leal colaborador del Banco de España», con el que hablaban todos los meses y que les pidió tranquilidad, y «con los socios de Bancaja», no podía más que estar a la espera, dijo. «Usted quiere que saliéramos tocando el tambor diciendo que el Banco de Valencia no tenía solución», reprochó al Ministerio Público el exministro.