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Estadística

Los valencianos reducen su deuda con la banca en 73.500 millones desde 2008

Familias y empresas han aprovechado la década desde el inicio de la crisis económica para reducir su nivel de endeudamiento, disparado en la etapa de la bonanza - Los créditos alcanzan un volumen de 111.866 millones de euros

Cuando la crisis económica sacó sus garras, las empresas y las familias valencianas estaban ahogadas en deudas, contraídas en los años previos de bonanza. En la borrachera de optimismo de aquel tiempo, todo parecía en orden, especialmente porque los ingresos del empleo casi generalizado y del consumo desaforado garantizaban el pedaleo que permitía no caerse de la bicicleta. Luego llegó la recesión y el mundo se cayó. Casi literalmente. La banca cerró el grifo del crédito y los hogares y las mercantiles iniciaron un intenso proceso de reducción de su deuda. Es lo que se conoce como desapalancamiento.

En la Comunitat Valenciana fue de una magnitud similar a la del conjunto de España.Los últimos datos del Banco de España así lo atestiguan. La deuda de la autonomía con las entidades financieras ha descendido en un 39,4 % en una década. En septiembre de 2008, el volumen de créditos concedidos por los bancos alcanzaba los 185.334 millones, mientras que justo diez años después, al cierre del tercer trimestre de 2018, esa cifra había bajado a los 111.866. En resumidas cuentas, los valencianos han reducido su deuda con los bancos en 73.468 millones.

Aunque la crisis dio sus primeros síntomas en el verano de 2007, no fue hasta un año después, con la quiebra de Lehman Brothers, cuando la ciudadanía empezó a percibir la magnitud de lo que se le venía encima. 2009 fue un año de fuerte contracción, pero en España se tuvo la creencia que la recesión tendría forma de valle y la salida sería rápida, como en otras ocasiones. Hasta que en mayo de 2010 se disparó la crisis de la deuda pública, arrastrada por Grecia, y la recesión se recrudeció. Luego el sistema financiero casi se hundió y en 2012 llegó la petición de rescate y la reestructuración. Esta secuencia explica por qué la deuda global con la banca siguió creciendo después de 2008 y alcanzó su máximo histórico en junio de 2010, con 187.823 millones.

En la década transcurrida han sido los sectores residentes los que han reducido sus deudas -de 180.485 a 105.953 millones-, mientras que las administraciones públicas las han aumentado: de 4.848 a 5.912 millones.

Sigue el proceso

El director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), Joaquín Maudos, asegura que los residentes, tras la burbuja, han efectuado un «necesario y enorme esfuerzo de desapalancamiento». Las familias casi han convergido con la media europea, mientras que las empresas tienen una ratio PIB/deuda ya inferior, cuando en los momentos álgidos llegó a estar un 60 % por encima.

El también catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València afirma que el proceso no ha terminado, porque el crédito sigue cayendo. Y es que en los últimos meses está creciendo el crédito nuevo, pero no lo suficiente para compensar el volumen de devoluciones de dinero prestado.

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