La Asociación de Municipios vinculados a la A3, formada por Riba-roja de Túria, Cheste y Loriguilla, está totalmente convencida del potencial logístico y empresarial que tiene en su territorio. Como prueba de ello, sus tres ayuntamientos, junto a la Diputación de València y la Catedra Divalterra presentaron ayer un estudio desarrollado por la Universidad Politécnica de València (UPV) en el que se muestran tanto los fuertes como las deficiencias de su área logística. El objetivo: tener una base sobre la que pedir las subvenciones y ayudas correspondientes para exprimir al máximo las posibilidades de una área industrial con alrededor de un millar de empresas que actualmente ya tiene 8 millones de metros cuadrados industriales urbanizados y otros 5 millones aún por urbanizar.

En este sentido, el director de la Cátedra Divalterra-UPV responsable del informe, Juan Jaime Cano, presentó un diagnóstico con «seis grandes grandes estrategias fundamentales» que permitirían optimizar el rendimiento del área empresarial que conforman Riba-roja, Cheste y Loriguilla. Dentro de esas estrategias aparecen iniciativas como la creación de una nueva estructura viaria al margen de la A3 y la A7 que resolvería los problemas de transporte y la fluidez del tráfico; la incorporación de nuevos nudos de accesos a los polígonos; la conexión de la A7 y la CV50 que aliviaría la congestión de tráfico entre la A7 y la A3; la electrificación y el desdoblamiento de la línea de ferrocarril hasta Cheste; la ejecución de una estación intermodal para el transporte de mercancías; incrementar el número de apeaderos; más espacios verdes para crear un espacio más amable para los trabajadores o habilitar carriles bici y peatonales, entre otros.

Los tres alcaldes, Robert Raga, José Morell y Sergio Alfaro, recordaron los fuertes que tiene un área que se encuentra a unos 20 minutos del puerto, que está muy cerca del aeropuerto y se emplaza justo en el enlace entre la A3 (hacia Madrid) y la A7 (eje mediterráneo). Asimismo, incidieron en su voluntad de crear una marca de calidad dentro de la propia seña de la Comunitat Valenciana. Por su parte, la diputada Mercedes Berenguer secundó la iniciativa del que considera «un espacio privilegiado».