La mejor solución para capear el temporal del brexit es un plan de contingencia, y la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Margarida Méndez, instó ayer a las empresas exportadoras del sector agrario a elaborarlo cuanto antes para evitar que se produzca una brecha total en las relaciones con Reino Unido. Rodríguez se manifestó así ante la posibilidad, cada vez más cercana, de que se produzca una ruptura brusca entre le Reino Unido y la Unión Europea tras el rechazo del Parlamento británico al acuerdo de salida de Theresa May con Bruselas. A su juicio, es el sector agrícola el que sufrirá el mayor impacto si no toma ya medidas previas que palien las consecuencias negativas del brexit.

Rodríguez advirtió que incluso en el mejor de los escenarios, en el que se hubiese aceptado el acuerdo de retirada, «es indudable que los controles se van a incrementar en fronteras» y que es necesario «aprender de nuevo a hacer negocios con Reino Unido».

El brexit, expuso, configura una situación sin precedentes que abre un marco incierto pero que obliga a redoblar el esfuerzo para aumentar la presencia en el país británico y a buscar, a su vez, nuevos mercados. «El brexit es una amenaza, un riesgo, pero también supone una oportunidad», recalcó la secretaria de Estado de Comercio en un acto que tuvo lugar ayer en Las Palmas.

El Gobierno central ya ha preparado un plan de contingencias para ayudar a las empresas españolas a reducir el impacto de la desconexión británica. Entre las medidas, Méndez destaca un refuerzo de la asistencia jurídica y el denominado «cheque brexit» para ayudar a las compañías a adaptarse a la nueva situación.

La apertura de nuevos mercados para el sector agrícola es una de las actuaciones en las que trabaja el Gobierno español, pero Méndez sostiene que quien llegue mejor preparado al brexit contará con una «ventaja competitiva».