Miles de personas se sumaron ayer a las concentraciones convocadas en algo más de sesenta municipios de la Comunitat Valenciana por la Plataforma per la Dignitat del Llaurador en defensa del sector citrícola. Los agricultores reclamaron la modificación del acuerdo firmado en Sudáfrica, la «aplicación inmediata» de la cláusula de salvaguardia, exigir la reciprocidad a las producciones de países terceros, así como el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y la concesión urgente ayudas directas.

Las protestas organizadas por la entidad vinculada a la Unió de Llauradors, y que respaldaron formación políticas como el PSPV, Compromís y EUPV, se produce por la desastrosa marcha de las campaña citrícola 2018/2019 durante su primera fase, caracterizada por el retraso de operaciones de compraventa y el hundimiento de los precios en origen.

Planes que benefician a pocos

El secretario general de la Unió, Carles Peris, quien ayer acudió a la movilización de Alqueries, considera que la medida puesta en marcha para la retirada de naranjas y pequeños cítricos por parte de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH,incluidas las cooperativas) «no está siendo efectiva».

Esta medida, que entró en vigor el 8 de enero y cuyo plazo estará abierto hasta el 31 de marzo, ampara la retirada de naranjas, clementinas, mandarinas y satsumas por parte de las OPFH con cargo a sus fondos operativos. El cupo es de 50.000 toneladas (30.000 para naranjas y 20.000 para pequeños cítricos), y las frutas retiradas se destinarán a zumo que será repartido gratuitamente a entidades benéficas. «Esta medida no solo es insuficiente sino que además deja fuera a muchos productores que no forman parte de organizaciones de productores», denuncia el dirigente agrario. Las protestas por la crisis en la citricultura valenciana también se han producido desde los ámbitos institucionales, como las Corts Valencianes. Su presidente, Enric Morera, aseguró que esta situación debe ser tratada como una «cuestión de Estado».

Múltiples localidades de la comarca de La Ribera como Algemesí, Benimodo, Fortaleny, Cullera, Alberic, Albalat, Riola (a la que acudió el diputado de Compromís en el Congreso Joan Baldoví), Corbera, Benicull, Benifaió, Carlet, Polinyà o Guadassuar salieron ayer a la calle para protestar por la situación que se está viviendo en la agricultura, sobre todo por culpa del acuerdo comercial con Sudáfrica. La comarca ribereña es una de las más afectadas dada la extensión de la citricultura a pesar del abandono a lo largo de los últimos años, según informa Carlos Senso.

Mientras tanto, en la comarca de l'Horta Nord se sumaron localidades como Albuixech, Meliana, Massamagrell y Museros); en la Vall d'Albaida dos (Llutxent y Quatretonda); igual que en el Camp de Túria (Benaguasil y Bétera); una de la Costera (Montesa) y una del Camp de Morvedre (Sagunt). En la Marina Alta hubo concentraciones en Pego, Pedreguer, Ondara y El Verger. Además, se trasladaron a dos localidades tarraconenses del Baix Camp (Alcanar y Santa Bárbara).