Uno de los líderes sindicales del taxi lo había advertido en la víspera. A Fitur no entra ni Dios. No lo ha conseguido, pero el ruido ha sido lo suficientemente grande como para empañar el arranque del escaparate del turismo español por antonomasia. Colas en la estación de Atocha para coger el metro, colas kilométricas en los accesos y viajeros y empresarios haciendo el último tramo a pie para acceder a los pabellones.

La normalidad y tranquilidad que ofrecían las imágenes que mostraban esta mañana al presidente del Gobierno o al Rey, contrastaba con la situación en los accesos, un dispositivo sin precedentes en un evento de este tipo. Con Guardia Civil, Policia Municipal y Nacional. Con accesos tomados por los agentes. El acceso sur de Ifema estaba cerrado más allá de las 11 de la mañana. Todos los viajeros tenían que acabar en la misma entrada.

El trayecto que normalmente cuesta unos 30 minutos, entre la estación de Atocha e Ifema, en esta ocasión se dilató por encima de la hora y quince minutos.

El desafío al que está sometiendo el taxi a la Comunidad de Madrid en pleno conflicto por la regulación de Uber y Cabify amenaza con alterar la jornada inaugural de la feria internacional de Turismo de Madrid (Fitur).

"Vamos al metro, no nos queda otra", apuntan desde la delegación empresarial y política de Benidorm, que tradicionalmente se desplaza en autobús o taxis al recinto ferial.

También la delegación de la agencia Turismo Comuitat Valenciana ha adelantado la salida, en diferentes medios de transporte, para poder estar en el inicio de la jornada. Ifema, de forma extraordinaria, ha adelantado el inicio de la primera jornada a las ocho de la mañana.

En Barcelona, el Govern ha dado el visto bueno a las exigencias del sector para que exista un periodo mínimo de una hora entre la precontratación del servicio de alquiler de vehículo con conductor VTC y la recogida del cliente. En Madrid, sin embargo, la Comunidad ha trasladado al taxi que no piensa solventar el conflicto regulando contra uno de los sectores.

En este contexto, rotas las negociaciones esta pasada madrugada, la previsión del taxi era bloquear los accesos a la feria que hace de escaparate mundial del turismo en España. La inauguración está prevista para esta mañana a partir de las diez con presencia de los Reyes.