Llega Fitur, la cita anual en la feria de turismo de Madrid en que los destinos se ponen guapos y los operadores que manejan el negocio, cada vez menos en la era del turista digital y autogestionado, comienzan a tomar decisiones para una campaña que, esta vez, viene marcada por la inestabilidad del brexit.

En un contexto de bonanza pese a los vientos en contra -9 millones de turistas internacionales, insiste el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer-, la C. Valenciana se dispone a actualizar su catálogo de propuestas para seducir a los millones de viajeros que alimentan una maquinaria que mueve el 14% del PIB. Y lo hace a base de clásicos, como la paella, pero también con nuevas propuestas.

Por primera vez, Fitur acoge la presentación del World Paella Day. Lo impulsan la federación de hosteleros, la agencia autonómica, Turismo València, la DO Arroz de Valencia y el concurso internacional de Sueca, en una iniciativa para reforzar la vinculación entre el plato icónico y la sociedad de la que procede. La promoción llegará a 40 países a través de las oficinas de Turespaña. «Se trata de reivindicar la paternidad sobre un plato que es el cuarto más conocido del mundo, que en el imaginario colectivo es español pero que hay que asociar con València», señala el director de la agencia turística local, Antoni Bernabé.

Espacio para el cine

Otra de las novedades que vive la edición inaugurada ayer es el espacio Fitur Cine, con un pabellón propio. «Acoger un rodaje tiene el mismo valor que una campaña de publicidad» señala Luis Tormo, técnico de la agencia que coordina esta campaña. La diferencia es que esta promoción es gratuita y tiene una capacidad de atracción inigualable.

El pequeño espacio de la C. Valenciana, que hace de paraguas para las film office de Benidorm, Peñíscola, València, la diputación o la Costa Blanca, exhibe su catálogo de rodajes recientes para cazar a nuevas productoras. Desde Tomorrowland o Doctor Who (València) a Juego de Tronos, el Chiringuito de Pepe (Peñíscola), pasando por la reciente El embarcadero, de Movistar, que retrata l'Albufera, o Fugitiva y la británica Benidorm, rodadas en la capital de la Costa Blanca. Anzuelo para localizadores pero también márketing promocional para el turista que quiere visitar esos espacios.

En el caso de València, solo el último año recibió 350 solicitudes para rodajes de todo tipo, de las que llegaron a puerto el 62%. València, precisamente, busca posicionarse en esta feria como un destino cosmopolita, de todo el año. El pabellón valenciano es un circo de tres pistas: destinos, empresas y producto. En un lateral, una gaiata de Castelló, una foguera alicantina y algunos monumentos falleros dan cuenta de la artesanía local. En el otro, la gastronomía (l'Exquisit Mediterrani es la nueva marca), con decenas de catas de platos y vino que generan colas.

Diferentes territorios

En el centro, una plaza en la que Colomer ejerce de maestro de ceremonias y por donde desfilan una sucesión de productos con los que ampliar la base de turistas y la diferenciación del territorio. Por allí pasan propuestas de todo tipo, desde los festivales de música que atraen a miles de personas y con gran penetración en los mercados internacionales, como el FIB de Benicàssim, a iniciativas culturales como la ruta del Grial de València. «Estamos aquí para decirle al mundo que interpretamos los cambios. Este es un destino que juega en una división muy importante que es ese mercado llamado mundo. Nuestras cifras tienen detrás mucho esfuerzo», señala Colomer. La obsesión, fidelizar a los que ya nos conocen y elevar la rentabilidad para el sector.

En el espacio de empresas hoteles, agencias o entidades como el aeropuerto de Castelló hacen negocio. Destacan las propuestas de turismo activo. Como las de buceo, que atrae al público británico, al igual que el birdwatching, o el turismo familiar, con un sello de calidad, Tour & Kids, que homologa a instalaciones friendly con mayores y pequeños.

Rutas inclusivas

La vicepesidenta Monica Oltra, en lo que ya es un clásico, presenta las rutas inclusivas para personas con discapacidad. El nuevo relato turístico ha colocado los valores en su prólogo. La hospitalidad es una cosa seria para el Botànic y se extiende a todos los ámbitos. «Queremos un turismo accesible para cada una de las personas, sin excepción ni exclusión», proclama la vicepresidenta. La tercera guía de rutas inclusivas, elaborada de la mano de Cocemfe, incorpora iniciativas como el primer globo aeroestático cuya cesta es accesible para discapacitados.

La edición de este año, que hoy celebra el día de la C. Valenciana con el desembarco del presidente Ximo Puig y el grueso de empresarios turísticos, es diferente. Primero, porque ha estado mediatizada por la protesta de los taxistas que convirtió el acceso al reciento en un caos.

Pero también porque el certamen llega en el arranque de una larguísima precampaña que desemboca en las elecciones de mayo. Y la política se coló en el pabellón valenciano. La candidata del PPCV a la Generalitat, Isabel Bonig, anunció que, en caso de gobernar a partir de mayo, derogará el artículo de la ley de turismo que obliga a los propietarios de pisos turísticos a obtener un certificado de compatibilidad urbanística para operar legalmente.

Es uno de los cambios que ha ejecutado esta legislatura la agencia Turismo C. Valenciana para abordar la problemática de las viviendas turísticas. En concreto, desde la entrada en vigor de la nueva ley, son los ayuntamientos quienes deben aclarar en sus planes urbanísticos donde pueden funcionar estos alojamientos particulares. En este sentido, los propietarios deben lograr un certificado de compatibilidad urbanística para entrar en el registro de la C. Valenciana y operar legalmente.

Bonig no entra con buen pie en el asunto. Ayer mismo Nuria Montes, secretaria general de la poderosa patronal hotelera Hosbec, se posicionó de forma contundente a favor de esta medida. «La ley no prohíbe pisos turísticos pero sí remite a los planeamientos municipales», defiende Montes.