El máximo responsable de la Autoridad Portuaria de València (APV), Aurelio Martínez, presentó ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, un ambicioso plan estratégico de Valenciaport que incluye inversiones en infraestructuras que superan los 2.000 millones de euros durante los próximos años y que cuentan con el «pleno respaldo» del Consell. El principal proyecto es la macroampliación para crear otra terminal de contenedores (1.200 millones de euros entre inversión privada y pública), lo que conllevará necesariamente la puesta en marcha del corredor València-Sagunt a través del túnel submarino que costará 400 millones de euros y prevé que financien al 50 % el Ministerio de Fomento y Valenciaport.

Puig y Martínez consideran necesario «acelerar» el llamado acceso norte, una histórica reivindicación de las navieras y sector logístico. Los planes que manejan la Autoridad Portuaria y el Consell para impulsar el citado corredor clave en el tránsito de mercancías de camión y ferrocarriles es firmar «en breve», con el Ministerio de Fomento, el estudio informativo para definir el citado proyecto (costará 200.000 euros y lo pagará la APV). Para no alterar planes urbanísticos ni complicar la movilidad de la capital del Túria esta infraestructura arrancará, tal como anunció la APV, fuera de su término: en Port Saplaya (Alboraia).

Segundo puerto seco en Madrid

Valenciaport ha aprobado recientemente la macroampliación norte, que requerirá una inversión de 1.200 millones de euros, tendrá una extensión de 132 hectáreas y una capacidad para 5 millones de contenedores. Sin este proceso de expansión Martínez sostiene que el recinto del Grao quedaría saturado dentro de seis u ocho años. Y afirma que la tendencia del mercado justifica esta ampliación que llevará al puerto a alcanzar los 12 millones de contenedores. De esta forma, se convertiría en el tercero de Europa. La nueva instalación estará equipada con una terminal ferroviaria, dispondrá de hasta 2 kilómetros de línea de atraque, con 132 hectáreas de superficie y 700 metros de ancho. Además, la APV quiere mejorar la productividad y reducir los costes laborales de la estiba en esta instalación. Por eso la APV quiere que sea automática al 100%.

Otro de los proyectos estratégicos en los que está trabajando la APV tiene que ver con el desarrollo de los puertos secos (plataformas para el transporte de mercancías en ferrocarril y camión), donde tiene presencia en Zaragoza y Madrid y está estudiando nuevas ubicaciones en la comarca de la Vega Baja, Andalucía, Aragón y Murcia. A este respecto, Martínez ha confirmado el interés de la APV por invertir en el nuevo puerto seco que está desarrollando Adif en la localidad madrileña de Vicálvaro. Estas inversiones están ligadas al proyecto de la Fuente de San Luis, donde se prevén invertir 15 millones. En las próximas semanas se firmará un acuerdo entre Adif, APV y Generalitat «para desbloquear este proyecto y convertir esta área en una realidad», según Puig.

Terminal de pasajeros

En estos meses de grandes licitaciones también figura en la agenda del consejo de administración de la APV la aprobación del pliego para la nueva terminal de pasajeros en marzo. Conlleva la restauración de las naves la antigua Unión Naval, astillero que abandonó el Grupo Boluda y cuyas oficinas se trasladan a otro emplazamiento del recinto del Grao.

Por otro lado, la APV contará con un representante de la patronal azulejera Ascer en su consejo de administración para impulsar intereses empresariales de este sector implantado en Castelló.