Los hoteles no son los únicos operadores de la industria turística que padecen la competencia de las plataformas digitales donde los particulares comercializan directamente sus viviendas como alojamiento turístico. Las empresas que gestionan apartamentos también sufren el bocado de este fenómeno ya asentado en la Comunitat Valenciana.

Según los últimos datos del INE conocidos ayer, los apartamentos turísticos en la C. Valenciana registraron casi 10,6 millones de pernoctaciones a lo largo de 2018. Se trata de la segunda autonomía con la cifra más elevada, tras los 30,2 millones de Canarias, apunta el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, coincidiendo con un ejercicio en el que este tipo de alojamiento extrahotelero estuvo en el centro del debate público, la región ha experimentado un acusado descenso. En 2017, las pernoctaciones alcanzaron los 11,8 millones, es decir, 1,2 más. Se trata de una caída del 10,2 %.

Para analizar este dato convienen tener en cuenta un aspecto previo: el INE no contabiliza la totalidad de apartamentos turísticos, sino únicamente los 26.745 apartamentos que están gestionados por profesionales. Son estos los que han sufrido una fuga de viajeros. Quedan fuera del cálculo todas aquellas viviendas en que los propietarios gestionan directamente la relación con los turistas, a través de las conocidas plataformas tipo Airbnb.

Estos últimos son los que, probablemente, están capitalizando el crecimiento turístico que sigue viviendo la autonomía, con récord de más de nueve millones de visitantes extranjeros. Si las pernoctaciones hoteleras apenas crecen y los apartamentos gestionados por empresas pierden una cuota del 10%, esos turistas, irremediablemente, están en los pisos particulares.

Registro autonómico

Y estos son cada vez más. Según los últimos datos de la agencia autonómica Turismo Comunitat Valenciana, que aún no son oficiales, al cierre de 2018 había registrados en la autonomía aproximadamente 74.000 apartamentos y viviendas. Esto significa que en el último año se han incorporado al parque autonómico más de once mil nuevos apartamentos, que o bien han aflorado a la legalidad o bien han comenzado a operar este año. Todos los apartamentos inscritos en este registro son completamente legales.

Cabe recordar que el pasado verano entró en vigor la nueva ley de Turismo que, de facto, endurece el acceso a la actividad. Desde hace unos meses, ya no basta con una declaración responsable del propietario sino que hay que obtener un informe de compatibilidad urbanística del ayuntamiento en cuestión. Esto, precisamente, ha frenado la entrada de nuevas viviendas en el registro, así como las quejas de asociaciones de propietarios y ayuntamientos.