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Modesto Crespo recupera el control de su empresa

El empresario ilicitano vuelve a la presidencia de su sociedad de venta de automóviles tras finalizar su periplo judicial por su etapa al frente de la CAM

Modesto Crespo Efe

Modesto Crespo regresa a la presidencia de Automóviles Crespo, la compañía propietaria de los concesionarios Ford de Elche y Orihuela, que suponen el principal negocio de su familia. El empresario abandonó este cargo a principios del año 2013, cuando se hallaba inmerso en las investigaciones que abrió la Audiencia Nacional por su etapa al frente de la CAM, seguramente con la intención de que la instrucción no interfiriera en la evolución de la compañía. Ahora, una vez acabado este periplo judicial, que se ha saldado con su absolución en la causa principal por el falseamiento de las cuentas de la entidad y su condena por apropiación indebida en el caso de las dietas de 600.000 euros que cobró de una filial de la caja, todo apunta a que el ilicitano ha decidido volver a la primera línea de la actividad empresarial.

Así, el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicaba ayer el cambio de estructura de gobierno de la sociedad para pasar de la fórmula de los administradores solidarios -cargos que durante estos años han ejercido los hijos del empresario, Modesto Crespo Quiles y José Crespo Quiles- a la del consejo de administración. Un organismo del que forman parte los dos vástagos junto con el propio empresario, que se ha reservado el cargo de presidente. Eso sí, los dos hijos seguirán al frente del negocio en el día a día, ya que serán consejeros delegados mancomunados, según recoge el Borme. Unos cambios que entraron en vigor el pasado día 28 de enero, de acuerdo con la publicación oficial.

El regreso de Modesto Crespo al máximo cargo de responsabilidad de su compañía es posible gracias, por un lado, a su absolución en la causa principal de la CAM, en la que fueron condenados los exdirectores generales Roberto López Abad y María Dolores Amorós, además de los ejecutivos Teófilo Sogorb y Francisco Martínez. Una sentencia favorable que le permitió, entre otras cosas, recuperar el control del 87,96% del accionariado del que es titular y que había depositado como fianza en esta causa, según recogen las propias cuentas de 2017 que la firma depositó en el Registro Mercantil.

Pero, además, Crespo ha tenido la «suerte» de que su condena por apropiación indebida por los 600.000 euros que cobró de una filial de la CAM sólo incluye su inhabilitación para ejercer la «actividad bancaria» y durante los nueves meses que suman su pena. Es decir, que no le impide administrar otras sociedades, como podía haber ocurrido si se le hubiera encontrado culpable de otros delitos societarios.

Durante el tiempo en que el ilicitano ha estado fuera de la presidencia, a Automóviles Crespo no le ha ido nada mal. Los concesionarios del grupo han logrado elevar su facturación desde los 10,1 millones del año 2013 a los 16,2 con los que cerró 2017, el último ejercicio del que se han presentado cuentas, aunque los beneficios son bastante modestos. De hecho, en su último balance la compañía presenta un resultado de explotación negativo de -177.653 euros que, eso sí, se compensa gracias a los ingresos financieros, que permitieron a la compañía cerrar el año con unas ganancias de 139.458 euros. El empresario rechazó ayer realizar ningún comentario a este diario.

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