El taxi comenzó ayer a ganar la batalla de València. El borrador de decreto de la Generalitat que regulará la actividad de Uber y Cabify en la autonomía no incluye punto por punto las exigencias del taxi, pero sí da un golpe a las licencias de alquiler de vehículo con conductor VTC que puede ser definitivo. La conselleria encargada del transporte ha tomado finalmente la vía catalana, con un decreto que calca al del Govern y obliga a las plataformas tecnológicas a respetar un periodo mínimo de 15 minutos entre la petición del servicio a través de la app y la recogida del pasajero.

Es el aspecto más determinante de la norma adelantada ayer a las partes por María José Salvador, que cede a los ayuntamientos la capacidad normativa aunque fija unos límites que complica la actividad de las tecnologícas. La conselleria regulará solo los servicios interurbanos, pero dentro de València, Alicante, Elx o Benidorm, donde funcionan o aspiran a entrar estas app que compiten con el taxi, es el ayuntamiento el que desarrollará la norma. Los municipios, de hecho, podrán ampliar ese periodo de espera dentro de su término.

Aun así, habrá unas líneas rojas en este decreto que, de facto, protege al taxi: las VTC no podrán circular en busca de clientes, sino que deberán estar en garajes o aparcamientos. Tampoco se permitirá la geolocalización, una herramienta que utilizan las plataformas para saber dónde están sus clientes.

El taxi expresó ayer su descontento, pero la norma es similar a la que en Cataluña ha motivado ya la cancelación de Uber y Cabify. También ha provocado el inicio de ERE de las empresas con licencias VTC. Eestas firmas han invertido mucho en la compra de licencias y quieren compensaciones. Ricardo González, portavoz en la C. Valenciana de la patronal de empresas de VTC (Unauto), tacha de «desastre» esta normativa; vaticina la pérdida de 500 empleos y la salida de València de Uber y Cabify. «Con esto desaparece el servicio de VTC en València. El usuario no importa, importa tener al taxi contento», critica.

Se sienten discriminados por una precontratación de 15 minutos que, sin embargo, no afecta al taxi, un sector que también dispone de aplicaciones como MyTaxi. La precontratación telemática, aseguran, es el único campo en que compiten con el taxi, ya que ni recogen pasajeros en la calle ni en paradas.

Unauto avisa de que esta norma abre la puerta a reclamar indemnizaciones millonarias por lucro cesante. «Los valencianos van a tener que pagar la fiesta», lamenta González. El decreto de Fomento aprobado en septiembre, el que cede a las comunidades y ayuntamientos las competencias para las VTC, da cuatro años como periodo indemnizatorio en que podían seguir funcionando. Para Unauto, el Consell ahora «cambia las condiciones de operación» y los expulsa.

La patronal cree, a partir de un informe de EY, que la eventual expropiación de licencias VTC supondría un coste para la administración de entre 140.868 euros y 215.718 euros por autorización. Unauto se ve legitimada para pelear en los tribunales, no solo por las 373 licencias operativas hoy en la autonomía, sino también por laspendientes de ser reconocidas en los tribunales. Podrían ser otras mil. Un cálculo preliminar sobre 1.200 licencias sitúa la indemnización en una horquilla que va de 168 a 260 millones. Para toda España, Unauto estima casi 4.000 millones.