El taxi valenciano ha dejado finalmente a un lado el margen de confianza que había dado a la Generalitat valenciana y mañana jueves comienza con las movilizaciones dentro de la guerra que mantiene contra el modelo de negocio de Uber y Cabify.

Las asociaciones valencianas del sector ha convocado para el jueves, entre las diez y media y las doce y media de la mañana, una manifestación en el centro de València. Formarán una fila de vehículos entre la calle Pintor López, junto al río, cerca de las Torres de Serrano, hasta la calle Xàtiva, que ocupará toda la calzada salvo el carril bus. Una vez colocados los vehículos los taxistas irán a pie hasta la plaza de Manises, frente a la Generalitat, donde leerán un manifiesto con sus reivindicaciones.

El sector, que hasta ahora había firmado una tregua con la Conselleria de Transporte durante los trabajos de elaboración del nuevo decreto que debe regular la actividad de Uber y Cabify, ha pasado al ataque, tras quedar insatisfecho con las líneas maestras del reglamente que se conocieron la semana pasada.

Cabe destacar que el borrador del decreto conocido hasta ahora contempla un periodo mínimo de precontratación de 15 minutos para las licencias de alquiler de coche con conductor VTC, es decir, entre que se contrata el servicio a través del móvil y se inicia el servicio. Y deja a los ayuntamientos la capacidad de ampliar ese periodo mínimo el tiempo que estime. Para el taxi es insuficiente. Pide al menos una hora de espera en toda la autonomía. Con todo, el decreto catalán, que solo contemplaba 15 minutos de precontratación, ya dio la victoria al taxi, al decidir Uber y Cabify abandonar allí sus operaciones.

El comunicado hecho público por las asociaciones del taxi es contundente y se dirige personalmente a los dirigentes de la Generalitat. El sector carga contra "la pasividad de la conselleria dirigida por María José Salvador (la cual ha mostrado un claro desconocimiento de lo que es el sector del taxi, tal y como demuestra en sus declaraciones públicas) a la hora de elaborar un decreto ley que regule las licencias VTC en la C. Valenciana, de manera que cada uno de los sectores se dediquen a realizar su trabajo de manera clara y definida sin invadirse competencias los unos a los otros".

Con todo, y a cien días de las elecciones autonómicas, el taxi también carga contra el presidente de la Generalitat. La protesta, de hecho, es en su puerta. El comunicado critica "la indiferencia y falta de iniciativa absoluta" mostrada por Ximo Puig, que "no opta por proteger los servicios públicos frente al beneficio de multinacionales que saltándose y deformado la legislación vigente desean imponer un modelo socio económico que empobrece estados u personas llegando incluso a acabar con el servicio público del taxi".