El ex consejero ejecutivo de Bankia José Manuel Fernández Norniella ha afirmado este martes en la Audiencia Nacional que los problemas del Banco de Valencia, participado por Bancaja, fueron "algo extramuros" en la crisis de la entidad.

A preguntas del fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, el que fuera secretario de Estado de Comercio ha explicado que el banco valenciano era tan sólo "una de las 200 sociedades" que trajeron consigo las cajas de ahorros tras la fusión, esto es, "algo ajeno" a la gestión diaria de Bankia.

"En la situación dramática y caótica en la que nos encontrábamos, no por nuestra causa sino por el entorno, el Banco de Valencia era una circunstancia de la que se estaba encargando quien se tenía que encargar", ha aseverado ante la sección cuarta de la sala de lo Penal.

En este sentido, Norniella ha insistido en que si bien los deterioros de aquella entidad eran "un tema importante", el consejo de administración de Bankia sólo recibía la información "que le correspondía recibir".

En uno de sus desencuentros con Luzón, el fiscal le ha reprochado que compare la vinculación que Bankia detentaba en Banco de Valencia, el cual arrastraba "un agujero enorme, de 1.000 millones de euros", con la de otras pequeñas compañías de escaso peso.

Como respuesta, el exconsejero ha mostrado al tribunal un extenso desplegable con las sociedades en las que Bankia contaba con participación.

"Era una empresa importante pero yo no intervine en nada, no conocía a ningún directivo prácticamente", ha apuntado Norniella en relación a Banco de Valencia -adjudicado en 2012 a CaixaBank-, que fue intervenido en noviembre de 2011 por el Banco de España tras inyectar 1.000 millones a través del FROB y otros 2.000 millones para asegurar su liquidez.

Sobre cómo se contabilizaban los posibles deterioros en el folleto informativo de la salida a Bolsa de la entidad, ha negado que los administradores, entre los que se encontraba él, sustituyeran "los riesgos ciertos, conocidos" por una "alusión genérica" que podría haber inducido a engaño al inversor.

Un presunto delito por el que la Fiscalía, solicita cinco años de prisión para el expresidente de Bankia Rodrigo Rato; cuatro años para su exvicepresidente, José Luis Olivas; tres años, para Norniella, y dos años y siete meses para el antiguo "número dos", Francisco Verdú.

Petición que se eleva hasta los doce años de prisión por las acusaciones particulares y populares, que añaden una supuesta falsedad contable extensible a la treintena de exdirectivos y al socio auditor.

La declaración de Norniella se inició ayer, cuando defendió las provisiones dispuestas por la entidad para cubrir deterioros, contra las cuales "ni el Banco de España ni Europa ni el Ministerio de Economía y Hacienda" jamás realizaron objeción alguna.

Durante su interrogatorio, el exsecretario de Estado de Comercio aseveró que, aunque las decisiones del banco las tomaban los administradores, todas eran "controladas y avaladas" por el regulador, que tenía "11 inspectores introducidos" en la entidad, lo que le proporcionaba "una garantía profunda" como consejero.

Ante la sección cuarta de la sala de lo Penal, Norniella, reiteró que "todo lo que se hacía y se hizo estaba controlado" por el organismo, que informaba "semestralmente" al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de la actividad de Bankia.