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Los influencers tampoco escapan de Hacienda

La Agencia Tributaria incluye a instagramers o youtubers entre los colectivos que están en su plan de control del fraude - Las firmas anunciantes preparan un código para regular la actividad

Los influencers tampoco escapan de Hacienda

Ocho de cada diez empresas del sector de la moda, el lujo o la cosmética utilizan ya los servicios de los denominados influencers para promocionar sus productos en las redes sociales. Sin embargo, apenas un tercio de estos nuevos profesionales de Instagram, Twitter o Youtube asegura trabajar siempre con contrato. Son algunos de los datos que ayer se pusieron de relieve durante la jornada «Aspectos legales del marketing de influencers» que Garrigues organizó en Alicante y que, sin duda, justifican que Hacienda haya decidido poner la lupa en este tipo de actividades.

En concreto, como recordó el experto en Derecho Fiscal de este bufete José Vicente García Sanjuán, la Agencia Tributaria ha decidido incluir a los influencers entre los colectivos de especial vigilancia dentro del Plan de Control del Fraude que elabora anualmente y que, desde hace años, tiene en las empresas de la denominada nueva economía y en la economía colaborativa uno de sus principales caballos de batalla.

«La Administración tiene muy claro que tanto los regalos que puedan recibir los influencers como los pagos por promocionar productos son ingresos y hay que declararlos todos en el IRPF. Y no sólo eso, también se entiende que existe una actividad económica, por lo que deben darse de alta como empresarios y facturar IVA», recalcó García Sanjuán, ante un auditorio compuesto tanto por jóvenes deseosos de ganarse la vida gracias a los seguidores que acumulan en las redes sociales, como por empresas de todo tipo interesadas en divulgar su marca a través de este sistema.

«Sólo si una empresa enviara, pongamos por caso, un bolso a un instagramer con el que no tuviera relación, y le diera la opción de hablar o no hablar de él, podría considerarse una donación. Pero entonces debería declararse como tal», añadió el profesional.

Curiosamente, lo que no tiene tan claro Hacienda son los gastos que se pueden deducir en esta actividad ya que sólo admite aquellos en los que se pueda probar que se utilizan exclusivamente para la obtención de ingresos y no se hace luego un uso personal de ellos. Algo difícil de demostrar, por ejemplo, con un móvil o la cuota de internet.

En cualquier caso, lo que también quedó claro durante la jornada de ayer es la cada vez mayor profesionalización de esta actividad, tras el «boom» inicial. «Recuerdo que cuando empecé, si pagaban algo era en negro. Ahora nadie trabaja sin factura», apuntó Isabel Delima, conocida en las redes como @lodiceisa, que junto a Rafaela Martínez-Dueñas (@frommyglasses) y Paloma Amo (@palomamobile), fueron las responsables de explicar sus experiencias.

En este sentido, el sector también trata de luchar contra la desconfianza que generan los escándalos por la compra de seguidores, que permiten hinchar las cifras que presentan muchos de estos influencers y, con ellos, el caché que cobran. Así, el pasado otoño un estudio de la agencia H2H aseguraba que más de una cuarta parte de los seguidores de los principales perfiles españoles eran falsos, lo que puso en cuestión la efectividad de este medio de promoción.

«Nosotros medimos la credibilidad de los perfiles y todo lo que baje de un 80% (es decir, cuando un 20% de los seguidores son cuentas inactivas) nos parece sospechoso», apuntó, por ejemplo, Lorena Cava, de la agencia Be Likers, que, no obstante, asegura que desde el año pasado el sector se está «poniendo las pilas» para evitar estos fraudes.

De la misma forma, también se habló de las dudas éticas que plantea el hecho de que no siempre se identifique claramente cuándo un post es pagado y cuándo no. Al respecto, la asociada senior de Garrigues Raquel Rodríguez recordó que, aunque no exista una normativa específica, sí rige la misma legislación que regula el resto de formatos publicitarios. Además, avanzó que Autocontrol de Publicidad y la Asociación Española de Anunciantes están preparando ya un «código de conducta» para regular los distintos aspectos de esta nueva forma de promoción.

El poder de los niños

Del mismo modo, Rodríguez también se refirió al fenómeno de los niños y adolescentes youtubers e instagramers que acumulan millones de seguidores en sus perfiles. La experta advirtió de la necesidad de contar siempre con el consentimiento parental para evitar problemas legales -hay adolescentes que piden cobrar por Paypal sin la intervención paterna-, además de tener en cuenta las características de estos pequeños influencers.

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