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Emigración

Abusos laborales a jóvenes españoles en Holanda

Un valenciano preside el grupo de residentes españoles: "Deben estar siempre disponibles pero luego no trabajan todo lo que les han prometido"

Trabajadores españoles asisten a una reunión informativa en Amsterdam.

La crisis económica ha provocado que cientos de trabajadores españoles hayan tenido que buscar un futuro en el extranjero. El Reino Unido, por las posibilidades que ofrece el idioma inglés, ha sido uno de los destinos escogidos por muchos jóvenes, pero el Brexit ha propiciado que esa emigración se dirija ahora a otros países.

Es el caso de Holanda, país estratégico para la economía europea por su ubicación entre Francia y Alemania y el desarrollo de sus redes logísticas, con el importante puerto de Rotterdam a la cabeza. Pero también es uno de los países en los que, según los expertos, la flexibilidad laboral se traduce cada vez más en precariedad e inseguridad.

Lo han comprobado en los últimos años cerca de 500 españoles, en especial en la última semana, donde decenas de jóvenes han denunciado prácticas deshonestas y abusos por parte de empresas de trabajo temporal.

Es el caso de Manuel Juan Ruiz (Ciudad Real, 25 años), que llegó al país el pasado 19 de enero tras aceptar una oferta laboral difundida en España por la empresa holandesa de trabajo temporal Tempo & Team. Se le promete un sueldo de algo más de 300 euros semanales por 30 horas de trabajo en una fábrica de restauración de vigas al este del país.

Sin embargo, en su primera semana, no desempeña ninguna actividad "porque en la factoría me dicen que no hay trabajo". No obstante, le prometen que le pagarán como si hubiera trabajado 30 horas y que vuelva a la siguiente semana. Sin embargo, solo recibe 119 euros. En su segunda semana, trabaja 20 horas y recibe un salario de 50 euros. A la tercera, por tres días, 82 euros. La fábrica le comunica su despido por, según explica el propio Manuel Juan, "no haber trabajado suficientemente bien".

Un momento de la reunión informativa que el Consejo de Residentes Españoles en Holanda ha organizado hace unas semanas en Amsterdam. Foto: CRE de Holanda

A toda esta situación se une que el joven manchego debía pagar de su bolsillo 90 euros semanales de alojamiento en una casa prefabricada ubicada en un camping muy distante de cualquier núcleo urbano y con el inconveniente de tener que desplazarse por su cuenta para hacer la compra diaria. "Me falta dinero y aún no me han explicado los motivos", protesta Manuel Juan, que ya ha regresado a España. Su caso ha sido también de objeto de un reportaje en la televisión holandesa. "He vuelto y me doy cuenta de que no he ganado nada", resume.

El valenciano Sol Trumbo, presidente del Consejo de Residentes Españoles en Holanda, explica que los problemas parten de los 'contratos de cero horas' y las 'nóminas negativas'. "El empleado debe estar siempre disponible, pero luego no trabaja las horas prometidas y se le despide cuando ya no es necesario. Se ve en la calle y con deudas, porque en muchas ocasiones no ha reunido suficiente dinero para pagar el alojamiento y tampoco tiene contactos ni recursos para volver a España. El volumen de quejas está aumentando, pero el problema viene de lejos", indica Trumbo, que agradece la ayuda que está prestando también la Embajada de España en La Haya.

"Muchos españoles vienen a Holanda con una serie de promesas y cuando vienen aquí descubren que no se cumplen y que, en ocasiones, están en la calle y con deudas"

Sol Trumbo Vila, presidente del Consejo de Residentes Españoles en Holanda

"Todo esto no se lo explican a la gente antes de venir, pero el problema de esta situación es que es legal conforme a las leyes holandesas. En este país hay poco paro, pero es acosta de una precariedad muy extendida", indica Trumbo.

Reclamar se hace muy difícil, ya que los contratos están en inglés y holandés e incluyen una cláusula que, según indica Manuel Juan, conceden potestad a la ETT para despedir al trabajador en cualquier momento. Los empleos más frecuentes que desarrollan los españoles en Holanda tienen que ver con todo lo relacionado con la logística y la distribución, como el trabajo de empaquetador, aunque también existen otros relacionados con la industria y la construcción.

Las condiciones del alojamiento también han levantado polémica. "Te enseñan unas fotos que no tienen nada que ver con la realidad. Acabas en un sitio dejado de la mano de Dios, en una casa pequeña con otras tres personas y pagando 90 euros a la semana básicamente por un colchón", lamenta el joven manchego, que también ha tenido que pagar de su bolsillo los pasajes de avión para ir y volver. "Son unas condiciones muy malas, con casas sucias y en algunos casos sin calefacción, con lo que eso supone en Holanda", concluye el presidente del Consejo de Residentes Españoles en Holanda.

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