El exministro del Interior y exconsejero independiente de BFA, Miguel Acebes, dijo ayer que si Deloitte le hubiera comunicado la existencia de algún problema en las cuentas de Bankia de 2011, por más remoto que fuera, habría «parado todo en seco y pedido que se formulan como Dios manda». Así se defendió Acebes durante el interrogatorio por parte de su abogado en el marco del juicio por la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional.

«Deloitte nunca nos dijo nada, si hubiese hecho alguna advertencia en la que dijera que la compañía no era viable, ¿alguien puede pensar que yo iba a correr el riesgo? Si a mí, mínimamente me hubiesen dicho que había un problema, paro todo en seco y se formulan (las cuentas) como Dios manda», afirmó el que también fuera presidente del comité de auditoría de BFA entre julio de 2011 y abril de 2012. Acebes explicó que sobre las cuentas de 2011, que fueron presentadas ante el Banco de España sin auditoría, no existía «el más mínimo indicio de preocupación». En su opinión, si el auditor externo hubiera tenido alguna objeción, les habría notificado por escrito la existencia de alguna salvedad, tal y como obligaba la ley española.

De hecho, el exministro subrayó el hecho de que poco después de que Deloitte informara sobre sus avances en la realización del informe de auditoría, en el que «solo apuntaba la existencia de aspectos relevantes con necesidad de análisis con la dirección», dimitiría para irse al consejo de administración de Iberdrola.

«¿Sabiendo que me iba a los pocos días, que ya no iba a cobrar como consejero de BFA, cómo iba a poner en riesgo mi futuro personal y profesional?», apostillóAcebes, añadiendo que Deloitte solo dijo que necesitaba una planificación sobre la valoración de la participación de Bankia y sobre la recuperabilidad de los activos fiscales diferidos.