El Banco Sabadell lanzará en València en el segundo trimestre de este año su primer hub de empresas, según anunció ayer el presidente de la entidad, Josep Oliu, durante la conferencia que pronunció en la feria Forinvest. El centro se ubicará en el edificio situado en Porta de la Mar que antes albergó los juzgados de la ciudad. Contará con un plantilla de unas 20 personas.

hub será un «espacio innovador para acompañar a las empresas de la Comunitat Valenciana en los procesos de transformación necesarios para hacer frente a los diferentes retos de futuro», según explicaron fuentes del banco con sede en Alicante. El objetivo «es apoyar a dichas empresas en sus proyectos a través de asesoramiento (digitalización, internacionalización, crecimiento) y reforzar nuestro liderazgo en el segmento de pymes y empresas».

Durante su intervención, Oliu alertó del «riesgo» que supone la proliferación de fintech, singularmente las que hacen directamente la competencia a los propios bancos. Por un lado, porque no hay normas que regulen la entrada de dichos operadores y, por otro, porque, cuando en el pasado surgían competidores similares y entraban en crisis, al final eran las entidades financieras reguladas las que «pagaban». Pese a esto, destacó que las fintech tienen una relación de complementariedad con la banca: «La innovación se hace en los propios bancos y en otros casos el talento florece fuera».

Oliu confesó que todos los bancos están «muy preocupados» por su evolución en Bolsa, que es un problema generalizado, con pérdidas del 26 % en España y Portugal, del 24 % en Italia y del 30 % en los países centroeuropeos, aunque este año «se está recuperando». Considera el presidente del Sabadell que detrás de esas caídas hay factores geopolíticos, como las tensiones comerciales, los problemas en los países emergentes, el brexit, Italia y la inseguridad jurídica provocada por las decisiones del Supremo sobre las hipotecas. A todo ello añadió los tipos de interés en negativo, que «repercuten en el rendimiento». Oliu recordó que «llevamos años diciendo que los tipos subirán al año siguiente», pero el alza no se consuma y adelantó que «mientras no haya tensiones inflacionistas, el BCE postergará la subida de tipos». Mucho más en una situación como la actual de «atonía y desaceleración».

El presidente del Sabadell aseguró que las nuevas tecnologías, la reputación y el cambio climático son algunos de los retos que afronta el sector. Otro de ellos es la regulación y la arquitectura institucional. Sobre la primera dijo que ha elevado los costes fijos de los bancos pero también su solvencia y su liquidez. Sobre la segunda calificó de «urgente» la creación de un fondo de garantía de depósitos europeo.

En referencia al banco que dirige, calificó 2018 de año «extraordinario», principalmente porque la entidad se deshizo en ese ejercicio de los activos inmobiliarios adjudicados, con lo que en 2018 «hemos acabado con las consecuencias de la crisis». No obstante, admitió que la compra del inglés TSB ha sido más onerosa de lo previsto debido a un fallo en el sistema de acceso a la informática en el Reino Unido.