El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) ha cogido velocidad de crucero en los últimos ejercicios hasta el punto de que en 2018 duplicó el importe de los préstamos concedidos a las empresas. Si en 2017 formalizó 100 operaciones por 34,1 millones de euros, un año después los créditos habían subido en número hasta los 163 mientras que su importe se había elevado hasta los 64,3 millones. Nada que ver con la primera etapa de esta legislatura. En 2015, el año en que los partidos del Botànic relevaron al PP al frente de la Generalitat, el IVF cerró 72 operaciones por 3,09 millones y un año más tarde, 21 por 4,2. Fue la etapa en la que se decidió una reforma del instituto, finalmente consumada el pasado agosto, por la que el IVF se dedicará en exclusiva a la actividad crediticia, lo que comporta traspasar las competencias que desempeñaba en materia de Política Financiera y la Agencia de Certificación Electrónica a la conselleria de Hacienda y Modelo Económico.
El director general del IVF, Manuel Illueca, aseguró ayer a este diario que, en el conjunto de la legislatura, el instituto ha prestado dinero por valor de 105,8 millones frente a los 65,4 del último período del PP, entre 2011 y 2015. Y eso que la entidad ha rebajado el importe máximo de los créditos, ya que «antes se daban por hasta seis y siete millones y ahora nunca superamos los cinco de riesgo total», aunque lo normal es que estén en un abanico mínimo de 100.000 euros y un tope de entre uno y dos millones. El préstamo medio ha ido creciendo hasta alcanzar los 400.000 euros.
En estos cuatro años, el IVF ha dado un total de 356 préstamos -frente a los 234 de la etapa inmediatamente anterior- «y solo uno se ha caído», o sea ha entrado en el cupo de los morosos. Illueca recuerda que cuando se hizo cargo del instituto, la tasa de mora estaba en el 70 % del total. El director general del IVF ve dos motivos fundamentales del incremento en la actividad crediticia del denominado banco público. Por un lado está que «hemos ampliado mucho la gama de productos», en muchos casos yendo de la mano de la propia Generalitat.
Liquidez a ONG
A modo de ejemplo, destacó la línea de liquidez establecida, a través de un acuerdo con la Conselleria de Igualdad, para las ONG, unas organizaciones «que tienen mucha demanda financiera y, pese a que no son morosas, la banca no les da crédito». Por otro, el acuerdo con la Agencia Valenciana de la Innovación por el que se apoyan proyectos empresariales de inversión en I+D. La segunda causa es la recuperación de la economía, que ha propiciado un incremento de la actividad y la inversión empresariales y, por consiguiente, de la demanda de créditos. En su mayoría, según Manuel Illueca, son pymes y de todos los sectores, a excepción de la promoción inmobiliaria, que se encuentra «excluida». El préstamo a una firma hotelera y la financiación a una compañía de esmaltes para adquirir otra mercantil son dos de los ejemplos de recientes operaciones realizadas por el instituto.
De cara al futuro, su director general se muestra ciertamente optimista. En los dos primeros meses de 2019, el IVF ya lleva 40 operaciones por 32 millones de euros, por lo que «esperamos alcanzar este año nuestro objetivo de 100 millones al final de año, sumando al IVF la SGR», es decir, la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) de la Comunitat Valenciana.
