El aeropuerto de València, que esta semana presentaba un nuevo récord histórico de tráfico de pasajeros en el mes más complicado del invierno, está escapando a la crisis de los vuelos del Boeing 737 Max 8. La UE, más concretamente la Agencia de Seguridad Aérea (EASA), ha decidido cerrar los cielos de la Unión y prohibir toda operativa de estos aparatos después de los dos accidentes con resultados catastróficos que se han producido en los últimos meses, el último en Etiopía, hace unos días, con 157 muertes; y en octubre en el Mar de Java.

Según confirman desde la empresa estatal Aena, en el aeropuerto de València no hay operativa regular con este modelo de avión. Es decir, que ninguna compañía de las que tiene en su flota este modelo lo utiliza habitualmente en sus rutas con destino o salida en Manises.

En todo caso, el Boeing 737 Max 8 no es precisamente un clásico en los cielos españoles. En total, apenas 700.000 pasajeros se subieron en 2018 a uno de estos aparatos en España, el 0,26% de los 236 millones de pasajeros. Ninguna aerolínea nacional lo tiene en su flota. No obstante, Ryanair, el primer operador en Manises, sí que cuenta con él, y Air Europa está esperando un encargo.