La grave crisis citrícola que azota de lleno al campo de la Comunitat Valenciana desde principios de esta campaña 2018/2019 queda reflejada en los precios pagados en origen, hundidos desde principios de la temporada naranjera. En este mes de marzo, según reflejan los últimos datos de la Mesa de Precios de la Lonja de València -indicador de referencia en el sector- las variedades de naranjas en plena recolección como las navel lane-late, navel powell, barnfield y chislett, así como la valencia late, se están pagando hasta un 60 % por debajo del nivel alcanzado en idéntica semana del período 2017/2018. En el caso de la lane-late, el valor se sitúa entre 1,118 y 0,235 euros por kilogramo en origen ; o lo que es lo mismo, entre 1,5 y 3 euros por arroba.
Instalada la citricultura en unos precios de «miseria», tal como vienen denunciando las organizaciones agrarias en estos últimos tiempos, la pérdida de renta se agudiza al compararse esas cifras con las de hace una década ya que son incluso inferiores a las de ahora. Entonces, en la campaña 2008/2009 se pagaban entre 1,153 y 0,259 euros el kilogramo de la navel lane-late.
Mandarinas «estrella»
También las variedades «estrella» de mandarinas tardías (tango, nadorcott, ortanique y orri), cultivos protegidos por los que se pagan royalties a los licenciatarios de estos agrios, constatan valores muy inferiores a los de campañas precedentes. Y mientras tanto, grandes cadenas de distribución comercial implantadas en Bruselas colocaban a sus clientes -como precio de venta al público- un kilogramo de clementinas a 7,95 euros el kilogramo el pasado mes de enero. Dicho de otro modo, cuarenta veces más que lo que cobra un agricultor, según constatan la imágenes facilitadas a esta redacción por valencianos residentes en la capital de las instituciones de la Unión Europea.
Hay que tener en cuenta que cultivar naranjas genera un coste de producción aproximado de unos 0,20-0,22€/kg (en el caso de las mandarinas, debido al mayor número de tratamientos fitosanitarios, supera los 0,30 euros kilogramo), por lo que los citricultores valencianos venderán en su mayoría por debajo de dicho coste.
La Comunitat Valenciana contaba con 151.240 hectáreas de cítricos, según los últimos datos oficiales de la encuesta sobre superficies y rendimientos (Esyrce) elaborada por el Ministerio de Agricultura. Una superficie razonable, aunque tuvo mejores épocas: en 2008 ocupaban 188.650 hectáreas, lo que supone que han perdido casi el 20% de la superficie en siete años.
Las organizaciones agrarias elevan las pérdidas para la citricultura en 300 millones de euros en lo que va de campaña. El 25 % de la cosecha no se ha recolectado.
