En los seis años que han transcurrido desde aquel 2012 en el que la crisis registró una segunda y acusada recaída, las pensiones en la Comunitat Valenciana no han dejado de crecer y encima lo han hecho de forma significativa en el tramo con los importes más elevados. Es un factor a tener muy en cuenta, junto a la no recuperación del empleo previo a la recesión, a la hora de evaluar las serias dificultades de caja que padece la Seguridad Social. Sea como fuere, lo cierto es que entre 2012 y 2018 el número de pensiones en la autonomía ha subido un 7,3 %, es decir, de 908.948 a 976.078. O sea, 67.000 más, según los últimos datos del Institut Valencià d'Estadística.
Dos prestaciones
No obstante, conviene recordar que el número de pensiones no equivale al de pensionistas, dado que hay personas que disfrutan de dos de estas prestaciones, como por ejemplo en el caso de viudedad y jubilación. El profesor de la Universitat de València, Enrique Devesa, miembro del comité de expertos nombrado por el Gobierno para la reforma de las pensiones de 2013, apunta que el número de pensiones suele ser un 10 % superior al de pensionistas. De hecho, la cifra de estos últimos se situó al finalizar el año pasado en 883.536, lo que implica un aumento del 1,3 % respecto al ejercicio precedente. En concreto, 11.518 personas más que reciben dicha prestación pública. Devesa explica esa subida en que «2018 fue un año raro porque hubo gente que anticipó su jubilación por miedo a que en 2019 se aplicara ya el factor de sostenibilidad de las pensiones y que eso les penalizara». Al final, dicha medida no se aplicó y, en caso de que se hubiera hecho, «resultaba más oneroso adelantar la jubilación, porque podían quitarte entre un 7 % y un 8 %, que el citado factor, que el primer año implicaba solo un 0,45 %». El factor de sostenibilidad introduce un mecanismo automático de cálculo de la pensión que estará vinculado también a la esperanza de vida y a los fondos que tiene disponible el estado. Dicho de otro modo, a más expectativa de una larga vida, menos dinero.
Volviendo al número de pensiones, los datos señalan cómo desde 2012 se ha producido un descenso considerable de las prestaciones con un menor importe, es decir, aquellas que no superan los 600 euros. En el citado año ascendían a 380.547, mientras que en 2018 habían bajado hasta los 259.439, lo que implica un descenso del 33,1 %. Casi 120.000 menos. En el otro lado de la balanza, las pensiones que superan los mil euros se han disparado en el mismo período. Si en 2012 eran 194.877, seis años más tarde habían subido a 279.350, es decir un 43,3 % o, lo que es lo mismo, casi 85.000 más.
Explicaciones
Enrique Devesa asegura que en el primer caso la principal explicación se encuentra en la subida que han experimentado las pensiones mínimas en ese tiempo, hasta el punto de que en la actualidad todas las de jubilación están por encima de los 600 euros, lo que implica que en ese grupo se encuentran las de viudedad y incapacidad permanente. Respecto a las que están por encima de los mil euros, el experto apunta que el mencionado alza se justifica sobre todo por que las nuevas altas a la Seguridad Social proceden de personas con unas pensiones más elevadas. También hay que citar que entre las bajas al sistema muchas corresponden a jubilados con prestaciones más bajas.
1.021 euros de media
Los datos del Institut Valencià d'Estadistica ponen de relieve que la pensión media mensual de jubilación en la Comunitat Valenciana en 2018 fue de 1.021 euros (36 euros más que en 2017, con una subida del 3,7 %). Un 61 % de las pensiones de jubilación corresponde a los hombres, y el resto, claro, a las mujeres. El importe medio en el caso de ellos asciende a 1.185, mientras que en el de ellas baja a 762.
En 78 de los 542 municipios de la Comunitat Valenciana el valor de la pensión media mensual de jubilación es igual o superior a 1.021 euros, entre ellos las tres capitales de provincia y localidades de más de 50.000 habitantes como Sant Vicent del Raspeig, Vila-real, Paterna, Sagunt o Torrent.
