La fábrica de Albuixech de trenes y material ferroviario es una de las grandes empresas del sector con centros industriales en España que optará al megacontrato de producción de 211 trenes de cercanías que ayer puso en marcha Renfe. El pedido total alcanzará un valor económico de 2.726 millones de euros, según aprobó el consejo de administración de la firma estatal. La empresa presidida por Íñigo Parra, que a finales de 2017 logró su último gran contrato en España con la adjudicación de trenes para Cataluña, aspira a este plan estrella de la operadora pública del Ministerio de Fomento para consolidar su negocio en el mercado doméstico.

Para ello, tendrá que competir con los grandes fabricantes asentados en España. Entre estos figuran CAF, Alstom, Siemens, Bombardier y Talgo, pues también tienen previsto participar en esta licitación de Renfe y que incluye el mantenimiento de los trenes durante 15 años.

Crecer en Madrid y Barcelona

Stadler Rail concluyó 2018 con una carga de pedidos valorada en unos 800 millones de euros en el centro industrial de Albuixech, en su mayoría procedentes de clientes extranjeros. La multinacional con cuartel general en Suiza, con 7.600 trabajadores (900 en Albuixech), tiene centros de producción, servicios e ingeniería en Suiza, Alemania, España, Polonia, Hungría, República Checa, Bielorrusia y Estados Unidos. La planta valenciana de Stadler -que cuenta con un centro de diseño e innovación propio- ha puesto en España su foco de expansión comercial para los próximos años.

El nuevo contrato de compra de unos 211 nuevos trenes de cercanías serán de gran capacidad (al menos 900 pasajeros) y se usarán sobre todo a dar servicio en las rutas de viajeros de gran densidad de Madrid y Barcelona. Este pedido de nuevo material rodante que Renfe-que anuncia en vísperas electorales del 28 de abril- prevé acometer en la primera mitad de este año 2019 asciende a un total de 3.000 millones de euros.

Es el tercer contrato que lanza en dos meses en el marco del macroplan tras el de adquisición de vehículos de vía estrecha y el de locomotoras con cambio de ancho, cuyos pedidos suman unos 700 millones de euros.

Stadler, con gran experiencia en otros países europeos en trenes y tranvías, considera que está capacitada para acometer este nuevo contrato que saca a concurso de Renfe. El contrato incluye además del citado mantenimiento de los vehículos durante quince años la opción de que la operadora ferroviaria encargue hasta 120 trenes más.