El Rincón de las Competencias del Siglo XXI de IMAT 2019 ha incluido varias propuestas muy atractivas. Los asistentes disfrutaron del Rincón de las Gafas Virtuales Chiara. Soraya del Portillo Pérez, CEO de BeChiara, enseñó a los participantes todas las posibilidades de este ingenio. Son unas gafas inmersivas para mejorar la habilidad de hablar en público dado que permite realizar presentaciones hasta en 24 escenarios distintos, haciéndoles sentir que está interviniendo en público. Después de cada intervención, el estudiante recibe una valoración, teniendo en cuenta diversos factores como los decibelios de voz o la velocidad al hablar.

Las gafas de realidad virtual permiten al alumno mejorar al hablar en público.

La diadema que mide la atención de cada estudiante

Otra de las novedades más cautivadoras de IMAT 2019 ha sido la presentación de FocusEdu, una tecnología pionera en el ámbito de la innovación educativa y de la neurociencia. Tal como explicó Emilio Torres, director pedagógico de Progrentis, a Levante-EMV, el ingenio consiste en una diadema que mide la atención cerebral de los estudiantes mediante ondas cerebrales que capta simultáneamente.

Este producto lo distribuye en nuestro país, EIM Learning. Juan Guerrero, director de esta firma, relató a este diario que en este momento «se está llevando a cabo uno de los estudios de neurociencia más importantes del mundo, con 5.000 estudiantes de España, México, Guatemala, Costa Rica y Colombia». Guerrero añadió que los beneficios de Progrentis llegan ya a 30.000 escolares de toda España porque hay colegios -también valencianos- que utilizan esta tecnología.

Por su parte, el responsable comercial de EIM Learning, Pedro Beneit, matizó que esta diadema y su plataforma informática -que capta y analiza los datos del cráneo-, mide en tiempo real la capacidad de atención y el uso de la imformación en estudiantes de primeria y secundaria. Esto permitirá que los centros educativos mejoren sus métodos de enseñanza a partir de la neurociencia.

La innovadora investigación utiliza un algoritmo basado en tecnología de la NASA y que ha sido desarrollada por científicos de las universidades de Harvard, Stanford y MIT.

La diadema capta las ondas cerebrales y las envía a una base de datos informática.