El presidente de Caixabank, ha justificado hoy el ERE que afectará a 2.157 trabajadores de la entidad financiera en la necesidad de "anticiparse al futuro". Durante su intervención en la junta de accionistas celebrada en el Palacio de Congresos de València, Gual recordó que el sistema financiero sufre una "enorme presión competitiva" como consecuencia de los bajos tipos de interés y la contracción del crédito y apuntó que "hay que reaccionar", además, ante la extensión de las nuevas tecnologías y los cambios de hábitos de los clientes.

La junta ha estado claramente marcada por el expediente de empleo, que se encuentra en fase de negociación. A las puertas del Palacio de Congresos, un par de centenares de representantes de los sindicatos recibieron a los accionistas con una protesta que se prolongó hasta bien iniciada la reunión. Varios sindicalistas intervinieron en el turno de palabra para criticar las medidas "forzosas" que conlleva ese expediente y para reprochar a los directivos del banco con sede en València que apliquen el ERE al tiempo que la entidad logró el año pasado unos beneficios récord de casi 2.000 millones de euros.

"Sería irresponsable no acometer los cambios necesarios" en el principio del nuevo plan estratégico del banco, que inicia su andadura este mismo año, dijo Gual, quien añadió que "es obligación de este consejo velar para que la rentabilidad se mantenga en el futuro para asegurar la continuidad del banco, su adecuada capitalización y el empleo y la generación de renta y riqueza en años futuros".

Ante una sala ciertamente poco concurrida, el presidente de CaixaBank defendió de las críticas sindicales al consejero delegado, Gonzalo Gortázar, su remuneración y la del alto equipo directivo del banco que, en su opinión, "son adecuadas y moderadas si las comparamos con el resto del sector".

Por otro lado, Gual augura para el año 2019 un crecimiento moderado en la economía mundial y en la Eurozona, si bien pronostica que España y Portugal crecerán más que la zona de la moneda única.

El traslado de la sede social del banco desde Barcelona a València, consumada en octubre de 2017, no pasó de largo, nuevamente, en la junta. Uno de los accionistas reclamó que la capital condal, pero también Madrid o Bilbao, alberguen asimismo el encuentro anual de CaixaBank. En su turno de respuesta, sin embargo, Gual no se pronunció al respecto.