La desaceleración de la economía es una realidad, pero los expertos consideran que es difícil que se repitan las malas condiciones de 2008. Así lo cree Vicente Salas (Albelda, 1951), economista y premio Jaume I, que esta semana ha participado en el ciclo IvieLAB del Ivie.
¿Cuáles son los obstáculos que condicionan el crecimiento de las empresas y la productividad?
Destacamos tres: la especialización productiva de la economía y los costes externos e internos de crecer. En la manufactura, la escala mínima de las plantas para producir de forma eficiente es en general mayor y más capital intensiva que en los servicios, por lo que una economía con más peso de la manufactura tendrá empresas más grandes y más productivas que otra más especializada en servicios. Los costes externos de crecer se refieren a normas laborales y tributarias que aplican a las empresas a partir de un umbral de tamaño, por cuyo cumplimento se incurre en costes directos e indirectos; las empresas tratan de evitar que el número de trabajadores o cifra de ventas superen los umbrales lo que puede significar producir lejos de la escala eficiente. Los costes internos de crecer surgen como consecuencia de la estructura organizativa y sistemas de gobierno de los que es necesario dotar a la empresa para coordinar tareas, motivar a las personas y ejecutar las decisiones estratégicas cuando se supera una cierta dimensión. La calidad de gestión y el diseño organizativo interno, principalmente el grado de descentralización, determinan que los costes administrativos sean más o menos elevados y con ello los recursos que puede dirigir el empresario sin perder el control sobre los mismos.
El reducido tamaño se aduce siempre como una tara, en especial para el empresariado valenciano. ¿Cómo combatirlo?
El tamaño de las empresas no debe verse como una causa sino como una consecuencia. En la Comunitat Valenciana, como en cualquier economía, la distribución de tamaños de las empresas será la combinación de su especialización productiva y de los condicionantes de los costes externos e internos de crecer. Personalmente creo que, en general, las diferencias en costes externos de crecer entre países y regiones no son suficientes para explicar las diferencias en los tamaños de las empresas. Por otra parte, la especialización productiva de la economía no es independiente de las formas como las empresas se organizan internamente. Por ello creo que los avances en paralelo hacia empresas más grandes y más productivas dependen de decisiones empresariales en gestión y organización que aminoran los costes internos de crecer. La mejor forma de explicar el crecimiento de una empresa es como «el premio a una buena gestión y organización».
¿Tener mucha empresa familiar es un lastre o una ventaja para ganar tamaño?
El elevado peso relativo de las empresas familiares en la economía es un fenómeno general en todos los países, sobre todo si se incluye entre las familiares a las empresas de primera generación. Los estudios académicos ponen de manifiesto que las diferencias entre empresas familiares y no familiares, en cuanto dimensión y productividad, desaparecen según aumenta el grado de profesionalización de la empresa familiar. Es decir, la empresa familiar tendrá dificultades para ser más productiva y crecer si no es capaz de incorporar habilidades y talentos de fuera de la familia en puestos clave de producción y gestión, cuando tales habilidades y recursos no están disponibles dentro del perímetro familiar.
¿Cómo va a afectar a la productividad la creciente robotización de las empresas?
Hasta el momento la robotización no está incrementando la productividad media de los trabajadores de las economías desarrollas como podría esperarse si los robots tuvieran un peso importante y creciente en el capital productivo de las empresas. Este fenómeno se entiende mejor si tenemos en cuenta que las nuevas empresas tecnológicas con mayor uso de robots y algoritmos hasta el momento están más presentes en el comercio y la comunicación que en la producción de bienes y servicios. El salto significativo en la productividad del trabajo deberá producirse cuando los robots y los algoritmos permitan producir más y mejor, como ha ocurrido con la intensificación del uso del capital en los procesos productivos desde la revolución industrial. Aunque no bastará con saber que pasa con la productividad del trabajo; para el progreso económico sostenido habrá que tener en cuenta también la productividad del propio capital, incluida la inversión en los robots.
Todo el mundo dice que no viene otra crisis, pero conforme pasan las semanas y los meses los pronósticos se oscurecen cada vez más. ¿Hay motivos para la inquietud?
Las crisis son consustanciales con las economías donde las decisiones individuales y libres de producción, consumo e inversión se coordinan principalmente a través de mercados, necesariamente imperfectos por problemas de información. La globalización de la economía y la incorporación de miles de millones de personas al mercado de trabajo mundial de países como China e India aumentan los problemas de coordinación sin que se hayan desarrollado en paralelo sistemas de gobernanza política y económica de alcance mundial. A corto plazo habrán ciclos de expansión y contracción quizá algo más amplificados que cuando la economía mundial estaba más concentrada en los llamados países occidentales, pero no veo condiciones para una crisis como la de 2008.
La economía ha quedado en un tercer plano en la campaña electoral. ¿Es un sinsentido siendo la desigualdad el problema clave del país o los políticos prefieren obviarla porque atisban que no se avecina nada bueno?
Problemas estructurales de la economía española como la relativamente baja productividad, la creciente desigualdad, el elevado endeudamiento, principalmente externo, el reto de la transformación hacia una economía baja en carbono, el envejecimiento de la población,? encajan mal en los debates en campañas electorales porque es difícil hacer propuestas sobre como abordarlos en las que todos ganemos. En las campañas electorales es habitual escuchar propuestas de aumento de gasto público y propuestas de reducción de impuestos, sin precisar de dónde saldrán los recursos que se van a gastar y qué servicios públicos se van a reducir a cambio. La ética del debate político debería obligar a que las propuestas con las que se quieren ganar las elecciones incluyan un detalle preciso de los costes y beneficios que resultarán de las mismas.
Dígame una medida económica imprescindible a tomar sea cual sea el color del gobierno tras las elecciones del 28 de abril
Creo que los grandes retos de la sociedad española son la igualdad de oportunidades como principal respuesta a la creciente desigualdad, el endeudamiento, incluyendo la deuda latente como consecuencia del envejecimiento de la población, y responder al cambio climático. El Parlamento que salga de las elecciones debería de unir esfuerzos para darles respuesta desde el primer momento.
