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Industria

El textil se moviliza en Bruselas ante el temor a las cesiones a productores norteafricanos

Los países del norte de África quieren tener ventajas arancelarias en sus exportaciones a la Unión Europea - El sector valenciano teme convertirse en moneda de cambio y advierte de que se hundirían las ventas de la industria autóctona

Klaus Huneke, de Euratex, Ximo Puig, Càndid Penalba, dirigente de Ateval, y Jorge Rodríguez. perales iborra

El tablero global de las relaciones comerciales, esa partida de ajedrez donde Bruselas defiende o sacrifica peones siguiendo criterios difíciles de comprender, no es solo una amenaza para sectores como el citrícola. La industria textil valenciana ve estos días cómo la Comisión Europea puede cerrar un acuerdo de «fatales consecuencias» para sus intereses.

El presidente del Consejo Intertextil Español, el valenciano Càndid Penalba, se reunió este pasado miércoles con los negociadores europeos del acuerdo paneuromediterráneo, un tratado de libre comercio entre la UE y los países del norte de África y que podría cerrarse en breve.

El temor fundamental de la industria valenciana, y española, es que Bruselas realice las cesiones de flexibilidad que piden Marruecos, Túnez, Líbano y Egipto en cuanto a las reglas de origen.

El proceso textil tiene cuatro fases principales: hilo, tejido, confección y acabado. En estos momentos, los artículos que sufran dos de estas transformaciones dentro de la UE o del norte de África gozan de ventajas arancelarias. En virtud de este acuerdo, países africanos como Marruecos, que se dedican básicamente a la confección, compran materia prima europea, básicamente española, para elaborar las prendas y volver a exportar a países europeos sin barreras económicas.

Por eso, Marruecos, por ejemplo, es el destino del 25% del textil de cabecera que exporta España, explica el portal Moda.es. En 2018, por ejemplo, España exportó 856 millones de producto textil a Marruecos. Ahora, los países africanos aspiran a que en el nuevo tratado solo sea necesario ejecutar una transformación dentro de esta región «paneuromediterránea» para mantener las ventajas arancelarias. Según apuntan desde la patronal valenciana Ateval, se teme que esto abra la vía para que los países norteafricanos comiencen a importar materia prima del área asiática o de países como Pakistán. No estarían obligados a comprar la materia prima a países europeos.

Marruecos se ha convertido en un gran cliente de producto español. Tánger ha desarrollado una gran actividad manufacturera (el proceso es intensivo en trabajo manual), con presencia de la mayoría de grandes grupos de moda europeos. Este nuevo tratado permitiría abaratar costes a costa de los intereses españoles. Por poner un ejemplo, allí se fabrican los uniformes de la Guardia Civil.

El desafío está preocupando al sector valenciano, especialmente de la hilatura (varias empresas trabajan para gigantes como El Corte Inglés o Inditex) y de elaboración de tejidos. Càndid Penalba, dueño de la firma de Ontinyent Cotoblau, acudió a la reunión de Bruselas junto con el presidente de la patronal europea, Klaus Huneke, la belga, y Juan Parés, de Textil Santanderina, una de las mayores textiles de España.

De momento, el sector no tiene garantías de que vaya a mantenerse esa doble transformación y temen cesiones. «La situación es preocupante», apunta Càndid Penalba. «Si esto cambia bajará mucho la carga de trabajo. Necesitamos la movilización de los políticos españoles», añade el dirigente.

«La doble transformación es una de las pocas cosas que nos queda por defender. En todas las negociaciones de los últimos años hemos sido moneda de cambio. Europa ha de tener conciencia de que tenemos que tener una industria manufacturera potente como motor de empleo», explica el secretario técnico, Felipe Carrasco.

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