Renfe podrá tener competencia de, al menos, tres nuevos operadores en el AVE cuando en diciembre de 2020 el transporte de viajeros en tren se abra a la competencia en virtud del modelo de apertura de la red ferroviaria diseñado por Adif. Así lo ha establecido esta compañía pública gestora de la red AVE y del resto de la infraestructura ferroviaria, que ayer dio el pistoletazo de salida al proceso de liberalización, en el que participa la valenciana Air Nostrum junto a Acciona.

Adif ha remitido a las empresas interesadas y al regulador del mercado, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el borrador de Declaración de Red, esto es, el documento en el que detalla la red ferroviaria y su capacidad para que los operadores puedan pedir los surcos o slots u horarios que quieran explotar. Además, ha puesto fecha para solicitarlos, de forma que las firmas interesadas tendrán que hacerlo en el mes de julio de este año.

Por el momento, Acciona y la operadora ferroviaria pública francesa SNCF son las dos únicas empresas que han reconocido públicamente su interés por entrar en el negocio ferroviario del AVE, actualmente monopolio de Renfe. Además, ambos negocian aliarse para hacerlo conjuntamente. No obstante, Adif asegura que el modelo de apertura de la red que ha diseñado permite que «al menos» tres nuevos operadores puedan entrar a dar servicio en competencia con Renfe de «forma óptima».

Ello es consecuencia de que ha diseñado tres distintos tipos de servicios, cada uno de ellos con diferentes frecuencias diarias de trenes, para tres principales ejes de AVE. El primero de estos tres ejes o corredores de Alta Velocidad comprende el Madrid-Barcelona-frontera francesa, el de mayor demanda, que además incluye la conexión entre la Ciudad Condal y València. El segundo eje abarca el AVE a València y Alicante, y el tercero, la línea hacia el Sur, la que enlaza Madrid con Toledo, Sevilla y Málaga.

Para cada uno de estos ejes, los nuevos operadores podrán elegir entre tres distintos servicios. Por ejemplo, para el AVE a Barcelona, el primer tipo de servicio, o paquete A, comprende la circulación de 48 trenes diarios, eso es, tres trenes por hora y sentido. El segundo tipo de servicio, o paquete B, 16 trenes diarios (1 tren por hora y sentido), y el tercero o C, 5 trenes diarios (1 tren cada tres horas en cada sentido). En total, en este AVE se podrán poner en circulación una media de 69 tráficos diarios, frente a los 43 de media actuales, lo que supone un incremento del tráfico del 60% sobre el tráfico actual.

En el conjunto de los tres corredores, la capacidad que pueden pedir los nuevos operadores supone aumentar en un 60% la oferta actual de Renfe. En concreto, supondría la circulación de 189 trenes por sentido y día frente a las 119 actuales. Precisamente, Adif asegura que su principal objetivo es «estimular y optimizar el uso de la red ferroviaria y asegurar la calidad y puntualidad del servicio».

De esta forma, esta empresa pública aumentará los ingresos por el canon o peaje que cobra por el uso de vías y estaciones y, en última instancia, amortizará la inversión pública realizada en la construcción del AVE y atajará su deuda de más de 15.000 millones de euros. Por ello, Adif asegura que el principal criterio para dar capacidad a los nuevos operadores será el mayor aprovechamiento y uso de la red. De hecho, no dará entrada a los operadores que pidan capacidad que no alcance al menos el 65% de las circulaciones ofertadas.

La compañía que preside Isabel Pardo ofrecerá a las empresas que pidan entrar en la red ferroviaria acuerdos a diez años.