Banco Sabadell ha logrado un beneficio neto de 258,3 millones de euros en el primer trimestre de 2019, un 0,4 % menos que en el mismo período del año anterior, un ejercicio que estuvo marcado por los problemas derivados de la migración tecnológica de su filial británica TSB. El grupo que preside Josep Oliu ha recuperado en estos primeros meses de 2019 la senda de crecimiento del beneficio recurrente, de manera que el negocio bancario, que engloba el margen de intereses y las comisiones netas, ha aumentado un 1,4 %, hasta los 2.469 millones. En cualquier caso, el Sabadell mantiene su previsión de cerrar 2019 con un aumento del margen de intereses de entre el 1 y el 2 %.

El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, pidió ayer al gobierno que resulte de las elecciones generales del domingo «estabilidad y previsibilidad», además de un marco estable para las empresas. Sobre quién debería ser el futuro presidente, Guardiola respondió a las preguntas de los periodistas: «Yo ya he empezado la jornada de reflexión». Preguntado por qué hay partidos, como Unidas Podemos, que argumentan que los bancos no pagan impuestos, Guardiola defendió que «la banca paga muchos impuestos» y que no cree que se pueda decir que no lo hace. El primer ejecutivo del banco con sede en Alicante aseguró también que no se plantean vender su filial británica TSB: «No hay ninguna intención ni plan».