El primer informe trimestral de Cámara Valencia en este 2019 sobre la coyuntura internacional y el comercio exterior ha confirmado las luces de alarma para la Comunitat Valenciana. Las posibles subidas arancelarias de la administración Trump a una larga lista de productos europeos podrían costar al territorio valenciano un total de 396 millones de euros en exportaciones, una cifra que supondría el 19 % del volumen total de comercio exterior a Estados Unidos en 2018. Estas represalias, derivadas del conflicto que el país norteamericano mantiene con la UE por la subvenciones a Airbus, perjudicaría especialmente a sectores valencianos como el cerámico, material de construcción, agrios, textil y algunos aparatos mecánicos y eléctricos.

No obstante, este aumento tarifario, según el acuerdo que busca la UE, podría reducirse a tan solo los bienes industriales -excluyendo los vehículos automóviles-, una propuesta que no convence a Estados Unidos, que quiere incluir también en las negociaciones los productos agroalimentarios. Así, en caso de que este diálogo no diera resultado, el organismo europeo ya prepara una lista preliminar de productos estadounidenses a los que subirles los aranceles, los cuales supusieron en 2018, 73,5 millones en importaciones para la Comunitat Valenciana.

Pero no solo al otro lado del Atlántico están las preocupaciones de los sectores valencianos. España sería el país más expuesto de la eurozona de producirse un brexit sin acuerdo, debido a que las empresas patrias tienen un volumen de inversión en las islas cercano a los 60.000 millones de euros. Dentro del territorio nacional, la autonomía valenciana sería también una de las regiones más perjudicadas, al ser Reino Unido el cuarto mercado de sus exportaciones en 2018 (2.500 millones de euros) y tener más de 60 compañías de numerosos sectores implantas en territorio británico.

Se reduce el crecimiento

Asimismo, el informe de Cámara Valencia muestra como la autonomía valenciana ha sufrido en este inicio de 2019 una ligera desaceleración de su crecimiento en comparación con el mismo periodo de 2018. Pese a ello, los afiliados a la Seguridad Social aumentaron un 3 % anual hasta marzo y un 1,7 % las empresas inscritas.