No todos somos (hemos sido) iguales, vino a decir ayer el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de que el nuevo Gobierno eleve los impuestos a los bancos para recuperar las ayudas dadas al sector durante la crisis, tal como propone Unidas Podemos, supuesto socio preferente de los socialistas. Gortázar precisó que «nosotros no somos responsables de los errores y del dinero que han costado otras entidades. Es importante separar las cosas». Al tiempo, añadió que «no tiene sentido» que unos bancos tengan que devolver ayudas públicas de entidades «que ya no están porque fueron insolventes o porque fueron adquiridas por otros, o que están en otros proyectos». Tampoco, «que sean responsables de la mala gestión de los que han desaparecido», como el Banco de Valencia, que le fue adjudicado en 2012.

El consejero delegado de CaixaBank recordó que ésta «ya ha contribuido con 4.700 millones de nuestros bolsillos» en concepto de devolución de preferentes y contribución al fondo de garantía de depósitos y al fondo único de resolución, además de abonar el impuesto de sociedades, que en 2018 alcanzó los 712 millones.

Gortázar se expresó así durante la presentación de resultados del primer trimestre, en el que CaixaBank ha obtenido un beneficio de 533 millones. Se trata de un 24,3 % menos que en idéntico período de 2018. El descenso obedece a la ausencia este año de los ingresos extraordinarios que tuvo entonces: la venta de Repsol (63 millones), la reclasificación contable del angoleño BFA (76 millones) y la revalorización de la participación del luso BPI en la cervecera Viacer (54 millones). Sin el impacto de esos extraordinarios ni cambios de perímetro de 2018, los resultados del trimestre crecen un 4,3%. Por otro lado, los recursos de clientes suben hasta los 369.463 millones (10.981 millones en 2019 y un 3,1 %más) y los activos bajo gestión aumentan un 3,7%, hasta los 97.454 millones. El nuevo crédito hipotecario se elevó en un 5 %. Un 66 % del mismo está referenciado a tipos fijos. El consejero delegado del banco auguró que el euríbor -principal referencia en la financiación de viviendas- se va a mantener en negativo «durante más tiempo del previsto».

En otras cuestiones, Gortázar no quiso opinar sobre la formación del nuevo Gobierno pero sí lo hizo respecto a Cataluña, sobre la que dijo que «hace falta diálogo y respeto al marco legal». «Seguimos confiando en que se llegue a un acuerdo, aunque es difícil», añadió. No respondió a si la normalización en aquella autonomía implicaría el traslado de la sede de València a Barcelona.