Mediterranean Shipping Company no tiene dudas sobre su futuro. Este pasa por el Puerto de València, donde piensa liderar el tráfico de contenedores del Mediterráneo durante la próxima década. El gigante de las infraestructuras portuarias Terminal Investment Ltd (TiL) -sociedad controlada por la naviera MSC y otros inversores, como el fondo soberano de Singapur GIP- ha sido la única empresa que ha presentado una oferta a la Autoridad Portuaria de València (APV) para gestionar la nueva terminal de contenedores del recinto del Grao, que tendrá una superficie de 1,4 millones de metros cuadrados -lo que permitirá duplicar la actual capacidad del emplazamiento marítimo- y podrá controlarse durante un plazo de concesión de 35 años, prorrogable a 50.

Descartadas las opciones de Maersk y Cosco -estas compañías también cuentan con terminales en Valenciaport- la sociedad participada por MSC tendrá un nuevo espacio que multiplica por cuatro la superficie de su actual terminal (337.000 metros cuadrados) y podrá por tanto incrementar los tráficos de contenedores, que se aproximan al millón de TEU (unidades de contenedor de veinte pies) anuales.

Comisión técnica

La entrada en funcionamiento de la nueva concesión se estima entre los años 2024-2025, según las previsiones de la entidad que preside Aurelio Martínez. A partir del próximo 30 de mayo una comisión técnica de la Autoridad Portuaria realizará un informe y si no hay retrasos este podría ser evaluado por el consejo de administración de la APV del mes de julio. Tras un período de información pública del proyecto se podría adjudicar a lo largo del último trimestre de 2019.

La nueva instalación, con capacidad para 5 millones de contenedores, requerirá una inversión de hasta 1.200 millones de euros, de los que la empresa concesionaria aportará unos 400 millones de euros y la Autoridad Portuaria, unos 800 millones. La APV pagará el dragado, muelle, rellenos y consolidación del terreno ganado al mar. La APV asegura que la tendencia del mercado «justifica esta ampliación» que permitirá que el puerto alcance una capacidad de 12 millones de contenedores. De esta forma, se convertiría en el tercero de Europa en el ranking del sector portuario del viejo continente.

Estrategia de Europa

El nuevo gestor de la macroampliación, si finalmente recibe el visto bueno de la APV, es uno de los inversores de terminales más grandes del mundo con 34 millones de movimientos de carga y descarga de contenedores al año para MSC y otras líneas de transporte en casi treinta países. Está presente en Amberes, Singapur, Long Beach, Ningbo, Newark, Bremerhaven y Rotterdam. En España, además de València, también cuenta con una terminal en Las Palmas.

La naviera MSC considera que el futuro de la ampliación norte del Puerto de València está condicionado al desarrollo de un nuevo acceso terrestre directo desde Sagunt. Un proyecto que la APV quiere construir en túnel submarino para el tránsito de camiones y trenes de mercancías que costaría 400 millones de euros y podría sufragar Fomento.

Pensando en la productividad y la reducción de costes laborales, MSC dispondrá de la última tecnología y, como mínimo, el proceso de carga y descarga de contenedores estará semiautomatizado. La ampliación norte es la mayor del obra de infraestructura de la historia del puerto, que en 2025 tendrá saturadas sus instalaciones con el actual ritmo de crecimiento del comercio. En 2018 canalizó 5,1 millones de contenedores.

La APV confía en que un operador asiático gestione el espacio que dejará libre MSC. La conectividad de Valenciaport, con conexiones a un millar recintos de todo el mundo, es una de sus principales bazas. Esa posición estratégica ha sido determinante para que ExxonMobil seleccione València como centro hub de almacenamiento y distribución de productos para Europa, África, Asia, Medio Oriente e India.