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Estadística

El PIB per cápita valenciano ha bajado un 9 % en lo que va de siglo

Desciende casi ocho puntos desde el 95 % de 2000 al 87 % de 2018 - Palafox atribuye la caída a la especialización en el turismo

El turismo contribuye de forma modesta al PIB per cápita. europa press

El siglo del que llevamos vividos casi dos décadas no le está sentando demasiado bien a la renta de los valencianos. Aunque el PIB per cápita en la autonomía ha crecido desde el año 2000, en el periodo se ha producido un retroceso relevante en la convergencia con España. Al iniciarse la centuria, dicho indicador estaba en el 95,29 % de la media española -situada esta en el 100- mientras que, una vez finalizado 2018, el porcentaje había bajado al 87,64 %. Se trata de un descenso de casi ocho puntos. Expresado de otra manera, un 9,1 % menos, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Así las cosas, la Comunitat Valenciana ocupa ahora la sexta posición por la cola en el escalafón de PIB per cápita en España, tras verse superada en estos 18 años por Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria. Además, en el ránking de ganadores y perdedores, que encabeza en el primer caso la autonomía gallega con 12,4 puntos más que en 2000, figura cuarta por la parte de abajo. Solo La Rioja, Canarias y Baleares registraron en dicho periodo un descenso mayor que el valenciano.

El catedrático emérito de Historia e Instituciones Económicas de la Universitat de València, Jordi Palafox, considera que una de las explicaciones a la negativa evolución de la Comunitat Valenciana en estos años se encuentra en su especialización en el sector turístico, «una actividad poco productiva y que ayuda poco a elevar el PIB», entre otros motivos porque en la misma suelen abundar los salarios bajos. Palafox sostiene este argumento en el hecho de que prácticamente todas las autonomías en cuyo Producto Interior Bruto tiene un peso específico el turismo han salido perdiendo en estos años. Es el caso obvio de los dos archipiélagos ya citados, pero también de Cataluña, que ha perdido 2,6 puntos, Murcia (casi 2) y Andalucía (solo dos décimas).

Por contra, añade, el País Vasco y las autonomías del Cantábrico, donde el turismo no es relevante y sí las actividades industriales y tecnológicas, han experimentado un sensible incremento. Especializarse en ramas donde la productividad es elevada implica mayores salarios y rentas más altas, aunque luego haya que tener en cuenta, asegura Palafox, que el INE hace sus cálculos en base a precios corrientes sin tener en cuenta la inflación, que influye sobremanera, dado que en las autonomías más ricas, como Madrid, el coste de vida es más elevado y, por tanto, la capacidad adquisitiva es más baja.

Un dato tal vez no sorprendente es que el declive valenciano se acentúa a partir de 2003, con el primer Consell de Francisco Camps, y luego se agudiza durante la crisis. Aún no se ha recuperado: el 87,64 % de 2018 está por debajo del 90,13 % de 2008. Según Palafox, se trata de una etapa, la de Camps y antes la de Eduardo Zaplana, en la que proliferan el derroche público y la inversión inmobiliaria pero también donde los sectores de la industria tradicional van a la baja.

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