La economía de la eurozona arrancó 2019 mejor de lo esperado, con un incremento del 0,4 % de su Producto Interior Bruto (PIB) en el primer trimestre impulsado por la vuelta al crecimiento en Alemania y la salida de Italia de la recesión técnica, factores que habían lastrado el avance al final de 2018.

La segunda estimación del PIB publicada ayer por la oficina de estadística comunitaria Eurostat confirma que la economía de la moneda única recupera fuelle después de haber crecido solo un 0,2 % entre octubre y diciembre del año pasado. En el conjunto de la Unión Europea, el PIB se incrementó un 0,5 % entre enero y marzo en comparación con el trimestre previo, también dos décimas por encima del último trimestre de 2018.