La política se coló ayer en la asamblea anual de la patronal autonómica CEV, celebrada en la Fundación Bancaja. En medio de la campaña para las elecciones municipales y europeas, el cónclave empresarial no fue ajeno al huracán de los comicios, no por las consignas, pero sí por los gestos. La nómina de dirigentes políticos que asistieron al evento fue inusitada, con una presencia destacada de las fuerzas del Botànic, que venían de la primera reunión formal para reeditar el pacto.
La clausura correspondió al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pero antes de su llegada ya estaban allí otros socialistas como el portavoz parlamentario Manuel Mata, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, el presidente de la Diputación de València, Toni Gaspar, o el vicepresidente de la Agencia Valenciana de la Innovación, Andrés García Reche. Pero también políticos nada asiduos a los actos de la patronal como los diputados de Compromís Joan Baldoví y Fran Ferri y, muy especialmente, el nuevo líder de Unides Podem, Rubén Martínez Dalmau. En el otro espectro político sí estuvo la ya habitual Isabel Bonig, líder del PP valenciano, y la diputada nacional electa Belén Hoyo. No asistió nadie de Ciudadanos. A la mayoría de ellos se les vio departir con los secretarios generales de UGT y CC OO, Ismael Sáez y Arturo León, o con empresarios como Vicente Boluda (AVE), José Vicente González (Feria) o José Vicente Morata (Cámara).
En un encuentro con los medios antes de la clausura, al presidente de la CEV, Salvador Navarro, le preguntaron sobre la entrada de Podem en el Consell. Dijo que no valoraba esa eventualidad, pero dejó claro que la patronal pretende «estar trabajando en Les Corts» en cuestiones como los residuos o las «posibles tasas del azúcar o del turismo, y sobre todo en medioambiente». «Tenemos que hacer una transición poco a poco; cuando se hacen movimientos anómalos y rápidos el mercado se pone muy nervioso», alertó Navarro. Ya durante su intervención final, el presidente de la CEV, que animó a los ciudadanos a votar en las elecciones continentales porque es necesaria una «Europa fuerte», reclamó «políticas económicas que generen confianza y estabilidad. Sin confianza, sin estabilidad, sin seguridad jurídica... no hay inversión, ni crecimiento, ni empleo y, en consecuencia, tampoco posibilidad de avanzar en bienestar social».
Por su parte, el presidente de la Generalitat aseguró que la estabilidad es imprescindible para aplicar reformas: «Lo hemos conseguido en estos últimos cuatro años y en la nueva etapa me comprometo a trabajar en esa dirección, la del diálogo y la interlocución permanente». Por último, elogió el trabajo de Navarro para convertir la CEV, tras la extinción de Cierval, «en una patronal más representativa y moderna», esencial en la «vertebración que requiere una sociedad avanzada».
