Naturgy tiene intención de cerrar uno de los tres grupos de generación de electricidad de su planta de cogeneración de Sagunt, según confirmaron a Levante-EMV fuentes del sector. El fin del incentivo de disponibilidad ha lastrado la rentabilidad de esta plantas y las del resto que funcionan con esta tecnología en España. La compañía inició los trámites para parar parcialmente su producción en Sagunt hace dos años, aunque nunca ha reconocido públicamente su decisión. La firma espera ahora una respuesta del Gobierno para ejecutar la parada. La compañía tiene intención de mantener todos los empleos.

La planta de Sagunt tiene una potencia de 1.200 megavatios (MW), aunque funciona muy por debajo de su capacidad porque este tipo de tecnología se utiliza como respaldo de las renovables cuando no hay viento o falta agua. El nivel de utilización en el conjunto del país apenas supera el 15 %, pero son efectivas porque garantizan un suministro alternativo de manera inmediata. Este tipo de centrales tenían hasta hace un año el incentivo de disponibilidad que les garantizaba 150 millones de euros al año. El escenario cambió en julio de 2018 ya que las centrales que funcionan a gas y el resto de térmicas convencionales (las que queman carbón) dejaron de percibir el incentivo por disponibilidad.

Las empresas que operan este tipo de plantas en España aseguran que los incentivos de disponibilidad ayudan a hacer frente a los costes fijos y sin ellos «pierden dinero». Naturgy ha pedido la «hibernación» de uno de los tres grupos para reducir los costes fijos. frente al cierre puro y duro, que implicaría el desmantelamiento. Además, si Red Eléctrica de España (que es el operador del sistema) le pide que reactive la actividad porque hay un repunte sostenido de la demanda puede hacerlo sin problemas.

Iberdrola también pidió a finales de 2014 el cierre del grupo 3 de su planta de cogeneración de Castelló. La compañía alegó en aquel momento una caída del consumo energético. En septiembre de 2015, unos días antes de que culminara el plazo legal, Iberdrola anunció al Ministerio de Industria su renuncia a ejercitar su derecho de cierre parcial de la central de ciclo combinado de Castelló. La compañía indicó que había adoptado esa decisión tras analizar la evolución de la demanda energética. Fuentes de Iberdrola indicaron que actualmente «no hay novedades» sobre su planta de Castelló.

Las eléctricas Endesa y Viesgo también solicitaron el cierre de algún grupo con una suerte dispar. Endesa tuvo que mantener operativa su central de ciclo combinado de Huelva (Colón 4) por las objeciones que vio Red Eléctrica de España, que consideraba que había riesgos para el suministro. Por contra, la compañía Viesgo sí que recibió en 2017 el permiso para desmantelar la central térmica de ciclo combinado de La Canonja (Tarragona).