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El control horario desborda a las asesorías

La obligatoriedad de registrar diariamente la entrada y salida de los trabajadores en las empresas dispara la demanda de información a las consultorías y patronales sectoriales

El control horario desborda a las asesorías

La entrada en vigor esta semana del registro diario de entrada y salida de los trabajadores en las empresas comienza a desbordar de trabajo a las asesorías valencianas, pero también ha aumentado las consultas a las asociaciones sectoriales y patronales. «Es el monotema de estos días. Y todas las preguntas son sobre la misma cuestión: cómo pautar el tiempo efectivo de jornada», reconocía Concha Martínez, responsable del área laboral de la consultoría Gesem. Desde el primer día de aplicación, el pasado domingo, las compañías de toda España debían tener -y la mayoría tenía- en sus oficinas o mostradores, en el caso de hostelería, las hojas de registro en papel o activados los sistemas informáticos para que sus empleados pudieran fichar.

Algunas grandes compañías o el sector industrial ya tenían implantado este registro desde hacía tiempo. La novedad y las mayores dudas, en realidad, han surgido entre las pequeñas y medianas empresas o los autónomos con trabajadores, a los que también afecta el real decreto. Una medida aprobada por el Gobierno hace dos meses para luchar contra el fraude laboral y controlar los excesos en las horas extraordinarias, una antigua reivindicación de los sindicatos. Su incumplimiento puede suponer multas que irían desde los 600 euros hasta los más del 6.000 euros.

Probablemente, esta consecuencia sancionatoria, en caso de infracción, es la que ha generado, en gran medida, la inquietud empresarial. Pero, de momento, la mayoría de empresas están registrando con normalidad la entrada y salida de sus empleados de forma diaria, que es lo que exige el decreto. Las tareas de los inspectores prosiguen su dinámica ordinaria, al igual que en otros aspectos laborales que controlan, sin que exista una campaña especial para el registro de jornada, según fuentes de este organismo. De todas formas, las actuaciones de la Inspección suelen llevar un tiempo de trabajo, con distintas comprobaciones, siempre en el caso de que se detecte alguna anomalía.

Consultas

Superados los primeros días de la aplicación, las dudas que han surgido se están centrando en cómo medir el tiempo efectivo de trabajo. Son consultas que las empresas trasladan a sus asesores o a sus sectores relativas, en algunos casos, al tiempo del bocadillo, a la comida que se realiza en el centro de trabajo o, incluso, sobre la salida a fumar un cigarrillo. Pero también quieren saber cómo se computan los desplazamientos o la distribución irregular de las jornadas, entre otras. Unas consultas lógicas, en algunos casos, pero que están aumentando las visitas de los asesores a sus clientes o la atención telefónica. «Viene una época de mucho trabajo», admitía Concha Martínez, que estos días no para de acudir a distintas empresas de la provincia para resolver dudas y, sobre todo, para intentar rebajar el nivel de incertidumbre de estas compañías sobre la aplicación de la medida.

También de preguntas y de demanda de información son receptoras las patronales, en este caso la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), o las sectoriales, como la del metal de Alicante (Fempa). «Nuestros convenios ya venían reflejando estos aspectos. En el sector, tenemos un cómputo de jornada anual efectiva de trabajo, que luego se concreta en que no exceda de ocho horas. También recogen temas como la distribución irregular de la jornada», que, tradicionalmente, suele aplicarse con compensaciones horarias, según explicaba el secretario general de Fempa, Luis Rodríguez. Las consultas e interrogantes a esta patronal provienen, fundamentalmente, de las empresas metalúrgicas relacionadas con el sector servicios. Y las recomendaciones, al igual que las que realizan las patronales o las consultorías, es que tanto para el control para fichar como para la aplicación de los tiempos efectivos de trabajo se remitan a lo establecido o pactado en los convenios colectivos.

Por la vía del consenso

«En realidad, el consejo es que se funcione como se venía haciendo, siempre que tuvieran pautadas todas estas situaciones en los acuerdos con los representantes de los trabajadores», apuntaba Martínez. Pero, en su defecto, «recomendamos que se lleguen a acuerdos con los trabajadores para regularlos», coincidían la asesora y el ejecutivo de Fempa. Eso sí, Concha Martínez insistía en que su sugerencia es que todas los aspectos, incluidos los de estas paradas o pausas para tiempos de bocadillo o similares, «queden reflejados por escrito en un documento y bien pautados». «El consenso en estos temas es la clave», apostillaba Luis Rodríguez.

Y para las compañías que no las tengan contempladas en convenios, los asesores instan a llegar a acuerdos con los trabajadores. Además, el Ministerio de Trabajo publicó a mediados de semana una guía sobre el sistema diario para fichar, «que ha aclarado algunas cuestiones» sobre cómo se computan la flexibilidad horaria, el teletrabajo, los desplazamientos o la distribución irregular de la jornada.

Por su parte, Luis Rodríguez también incidía en que el registro puede representar, a la larga, una herramienta para medir la productividad de las empresas o dar pautas de aspectos sobre cómo mejorar la gestión de las compañías.

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