El presidente y consejero delegado de Ford Motor Company, Jim Hacket, anunció ayer en Detroit (EE UU) que el recorte de plantilla que pone en marcha la multinacional del óvalo afectará a 7.000 puestos de trabajo, un 10 % de su plantilla mundial -mediante despidos voluntarios y forzosos- de los que 2.300 empleos serán en Estados Unidos. El máximo ejecutivo de la compañía no concretó cómo influirá esta disminución de recursos humanos en el resto de plantas de Europa, Sudamérica y Asia, lo que prolonga de este modo la agonía en la factoría de Almussafes, donde trabajan unas 7.500 personas.

En medio de la incertidumbre entre los trabajadores de la fábrica valenciana, que mantiene sus expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta finales de de mayo, el citado mandatario de Ford -desde Detroit, cuartel general de la firma de la automoción- sí concretó que este plan de reestructuración, con el que prevé lograr un ahorro de 600 millones de dólares, concluirá a finales de agosto de 2019.

En otros mercados

La notificación a los empleados afectados por esta medida de la firma del óvalo en Norteamérica comenzará hoy en sus instalaciones de Estados Unidos. Después, Ford continuará con su programa de reestructuración en Europa (donde aspira a obtener en el largo plazo un beneficio del 6% sobre las ventas), China, Sudamérica y otros mercados internacionales. «Para tener éxito en nuestra industria competitiva y posicionar a Ford para ganar en un futuro que cambia rápidamente debemos reducir la burocracia, capacitar a los gerentes, acelerar la toma de decisiones, concentrarnos en el trabajo más valioso y reducir los costes», explica Hackett en el correo electrónico enviado a sus empleados de Estados Unidos.

En Ford Almussafes -donde fabrica en la actualidad hasta cinco modelos diferentes: Kuga, Mondeo, Transit Connect, S-Max y Galaxy)- ya avanzó en octubre de 2019 que, al igual que el resto de plantas europeas, pondrá en marcha un plan para la disminución de costes que incluye recortes de plantilla. A finales de año anunció reducciones de personal en Alemania al suprimir turnos de trabajo en la factoría de Saarlouis; así como la menor producción en sus centros de Reino Unido y el cierre de su planta de componentes de Francia, entre otras medidas.

La dirección de Fabricación de Ford España, en manos de Dionisio Campos, todavía no ha definido los reajustes en Almussafes. La compañía aún está estudiando el posible impacto que podría tener esta medida sobre su centro fabril de España, tanto en los puestos administrativos como en producción. Allí todavía no ha definido los programas para los próximos años, en los que apostará por los todocaminos (tipo Kuga) y vehículos eléctricos e híbridos, pero no así por los monovolúmenes como el Galaxy y el S-Max, lo que supone el 10 % de la carga de trabajo de la planta valenciana; es decir unos 400 empleos.

Las acciones orientadas a reducir costes en el continente europeo se concentran por tanto en la plantilla en Reino Unido y Alemania más que en España. Hackett sí detalló ayer que Ford prescindirá de cerca del 20% de los altos directivos, en un movimiento que también pretende reducir la burocracia de la empresa y acelerar la toma de decisiones de la multinacional.