Dentro de la transformación que está viviendo el sector financiero para adecuar sus servicios a un mundo donde cada vez predomina más lo virtual, BBVA abrió ayer su primer Centro de Banca de Clientes de València, un nuevo concepto de oficina integral cuyo proyecto piloto se diseñó para Castelló hace dos años y que ahora está extendida a veinte ciudades de toda España tras abrir la de Alicante hace dos meses.

La entidad financiera proyecta inaugurar en lo que queda de año una sucursal en Elx, otra en Benidorm y dos más en València, con más de 2.000 metros cuadrados de superficie: una en la avenida del Cid y otra en Pintor Sorolla. La que abrió ayer sus puertas en la calle Jaume Roig ofrece sus servicios a una clientela compuesta por 35.000 personas de las zonas de Mestalla y Universitat.

La directora de València Centro de BBVA, María José Sánchez Castilla, explicó a este diario que estas oficinas tratan «de llevar a lo físico el proceso de transformación en relación con el usuario en el que el banco ya trabaja. Se trata de un espacio más abierto y más transparente en el que mejorar la accesibilidad del cliente».

La remozada oficina de Jaume Roig ofrece en sus dos plantas prácticamente todos los servicios que puede prestar la entidad, empezando por un «gestor de bienvenida» (o sea, un recepcionista) que recibe al cliente y le dirige a la zona donde resolverán sus problemas. A la izquierda, hay un área de caja diferenciada, para la que se puede pedir turno por vía digital. La parte central corresponde a la zona de atención directa al usuario y allí se resuelven consultas y se tramitan créditos al consumo o hipotecarios. A la derecha, con entrada por el exterior también, hay tres cajeros automáticos (uno de ellos en la fachada) que disponen de la tecnología necesaria «para hacer todo tipo de operaciones, incluso sin tarjeta ni libreta, a través de las claves de acceso a la web del banco». La oficina, con mil metros cuadrados, se ha diseñado teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad, con sensores de presencia para climatización y con zonas para reciclaje. Dispone de ocho salas de atención, cinco de ellas cerradas para dar privacidad. La primera planta, según el director de la oficina, Javier López, está dedicada sobre todo al asesoramiento financiero, con una sala con videoconferencia para incorporar a gestores del banco que no están en València o clientes que están en ciudades distintas. En esa zona se hallan los servicios de banca privada, de empresas y personal. Los actuales 19 empleados de la sucursal -se pueden elevar a treinta- disponen de equipos portátiles para la atención en las distintas salas o para desplazarse a donde esté el cliente.