Los empresarios reclamaron ayer a los candidatos del PSOE y del Partido Popular al Parlamento Europeo que profundicen en las reformas para acabar con la brecha abierta entre el norte y el sur de Europa. Representantes de los sectores agrario, industrial y servicios advirtieron de la urgencia de tomar medidas para cohesionar económicamente al continente ante la amenaza de los populismos. Estas ideas se lanzaron ayer en el debate organizado por Levante-EMV y la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) en el que participaron los candidatos al Parlamento Europeo Inmaculada Rodríguez-Piñero (PSOE) y José Manuel García-Margallo (PP) junto a Vicente Nomdedeu Lluesma (presidente de la Asociación Española de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, Ascer), Nuria Montes de Diego (secretaria general de la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunitat Valenciana, Hosbec) y Cristóbal Aguado (presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, AVA-Asaja).

Inmaculada Rodríguez-Piñero advirtió de que un problema estructural de la Política Agraria Común (PAC) es que fue diseñada originalmente por los países del norte de Europa antes de la entrada de España en la CEE y se mantienen unas políticas que perjudican a los países del sur. «Es una situación difícil de cambiar porque es algo histórico, pero nosotros no vamos a aceptar recortes de la PAC que perjudiquen a España», aseguró. La candidata socialista añadió que un segundo problema es que la PAC beneficia a los grandes latifundios cuando en la Comunitat Valenciana la agricultura es minifundista.

José Manuel García-Margallo reclamó que las tres grandes fuerzas que no son populistas (PP, PSOE y Ciudadanos) se comprometan a subordinar sus intereses partidistas a los de la Comunitat Valenciana y España. «Estas elecciones van a ser diferentes porque nuestros dos grupos (socialistas y populares) no van a tener mayoría en el Parlamento Europeo por primera vez. Además, Europa está en una situación peculiar. Ahora van a entrar partidos que van a debilitar el proyecto europeo. Eso es un peligro porque es como ir en bici. Si te paras, te caes». García-Margallo destacó que los grandes retos de la legislatura van a ser el envejecimiento de la población (que lastra el Estado del bienestar), la crisis migratoria, el empobrecimiento de la clase media (que explica fenómenos como el brexit, la xenofobia o Vox), la transición energética por el cambio climático y la guerra comercial entre Estados Unidos y Europa.

Cristóbal Aguado defendió la necesidad de Europa, pero pidió reformas que garanticen la supervivencia de la agricultura. «Creemos que Europa es importante, pero tiene virtudes y debilidades. La Comunitat Valenciana está discriminada en Europa. No llegan las ayudas», subrayó. El presidente de AVA-Asaja coincidió con Rodríguez-Piñero en que en agricultura hay una discriminación importante entre el norte y el sur. «Necesitamos una política más rigurosa para el control de plagas. Las aduanas deben estar más controladas como hacen en Estados Unidos, China o Japón. Aquí entran las plagas por Holanda. Es necesario una auténtica aduana común».

La secretaria general de la patronal hotelera Hosbec incidió en que su sector es netamente «eurófilo» porque gran parte de su mercado viene de Europa. Nuria Montes pidió a los candidatos que impulsen medidas para proteger al sector frente a la competencia desleal de los apartamentos turísticos ilegales que están camuflados bajo la etiqueta de la «economía colaborativa». Rodríguez-Piñero y García-Margallo replicaron que la Eurocámara tiene las manos atadas porque es una cuestión que excede de sus competencias.

El representante de la patronal cerámica Ascer incidió en que Europa necesita un plan industrial claro para prosperar ante la competencia de la globalización. Vicente Nomdedeu demandó medidas para abaratar los costes energéticos que perjudican la competitividad de las empresas españolas y defendió la importancia de las plantas de cogeneración para mantener el potencial del sector cerámico, que da empleo a 40.000 personas de manera directa y a 80.000 indirecta.

Inmaculada Rodríguez-Piñero lamentó que es complicado conseguir una unión aduanera real como la que exigen los empresarios, pero se comprometió a trabajar por una armonización en las aduanas que evite controles laxos en algunos puntos. José Manuel García-Margallo consideró razonable la petición de una unión aduanera real.

Al acto celebrado en la CEV acudieron, entre otros, el consejero delegado de Prensa Ibérica en la Comunitat Valenciana, Juan Antonio López Ruiz de Zuazo; el presidente de la CEV, Salvador Navarro; Pedro Agramunt, ex senador del PP; Miguel Ángel Michavila, de la empresa Torrecid; José Vicente González, presidente de Feria Valencia; y Roger Llanes, director general de Agricultura de la Generalitat.