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Turismo

La crisis del Imserso deja en el aire las vacaciones de mayores de la campaña 2019-20

Los hoteleros impugnan el contrato que debe estar adjudicado en unas semanas y piden al Gobierno prorrogar el anterior

Pensionistas en la playa de Benidorm, en una imagen de archivo. david revenga

Una de las imágenes de cada septiembre, junto con la vuelta al cole y el estrés postvacacional, es la de las colas de jubilados en las agencias de viaje, listos para encargar sus vacaciones de invierno del programa del Imserso financiado por el Estado. Esta próxima temporada 2019-20, sin embargo, esas vacaciones se tambalean.

La patronal española de hoteleros Cehat, con el respaldo de la asociación sectorial de la C. Valenciana Hosbec, ha impugnado el pliego de condiciones del nuevo contrato que regirá el programa los próximos cuatro años.

En concreto, los empresarios han llevado al Tribunal Central de Recursos Contractuales el concurso que debería adjudicarse en unas semanas. Entienden que los precios establecidos, además de arruinar al sector, carecen de una justificación económica real.

La patronal ha solicitado la suspensión de la licitación, lo que podría tener como consecuencia que el programa vacacional fuera cancelado este mismo año. Como alternativa, el sector pone sobre la mesa del Gobierno la posibilidad de prorrogar otro año el contrato anterior, gestionado por las empresas Mundosenior, para los lotes de costa peninsular y turismo de interior, y Mundiplan, para Canarias y Baleares.

Es un asunto grave para los intereses valencianos. En primer lugar, porque de este programa se benefician decenas de miles de pensionistas valencianos cada año. En segundo, porque el sol y playa valenciano, concretamente la Costa Blanca, es uno de los destinos preferentes. Tomando los datos de los pliegos, la autonomía ofrece unos 180.000 de los 900.000 mil paquetes que se prevé vender la próxima temporada, 30.000 menos que hasta ahora.

Esta impugnación es la consecuencia de la desatención del Gobierno a las reivindicaciones históricas que los hoteleros no consiguen introducir en el programa. Básicamente, económicas.

Tras años de negociaciones, y después de meses de retrasos básicamente por la inestabilidad política, «el resultado final no recoge casi ninguna de las peticiones hoteleras». El nuevo programa «ata de pies y manos» al sector para cuatro años de precios que, en el mejor de los casos, sería el mismo que en la última anualidad: entre 22 y 22,5 euros con IVA incluido por persona, con pensión completa y agua/vino en las comidas, más nuevos servicios adicionales que incluyen los nuevos pliegos, com animación, médico, etc. Descontando el IVA, los empresarios sostienen que están trabajando a pérdidas. En algunos casos la cantidad podría ser menor incluso con el nuevo contrato.

Según explica el sector, sus motivos para impugnar van desde la rebaja en la aportación económica que realizan los usuarios a la ausencia de un estudio de costes directos e indirectos que justifique los precios fijados. Tampoco se prevé una revisión de los precios en los años siguientes. Además, critican, se exigen al establecimiento que haya un empleado por cada 7,5 clientes, pero no se tienen en cuenta los convenios colectivos del sector. Según Hosbec, con los ingresos no se puede alcanzar el salario que fijan los convenios.

Además, se excluye a los hoteles de dos estrellas, y los de tres también pueden ser apartados, afectando a las instalaciones que han hecho un esfuerzo para subir de categoría en los últimos años.

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