Los nuevos datos que dio ayer la multinacional siderúrgica ArcelorMittal sobre los recortes que prepara para ajustar su producción en Europa a la demanda del mercado dejaron la sensación en su planta de Sagunt de que se avecina en el grupo un «fin de año negro».

Aunque el gigante siderúrgico sólo precisó que los tijeretazos afectarán sobre todo a dos complejos de Francia y Alemania, confirmó su incidencia en sus instalaciones asturianas en el último trimestre del año, esto ha puesto en alerta a los trabajadores de Sagunt.

Como apuntaban desde CC OO a Levante-EMV, «ésta información es la única que han dado desde que anunciaron el recorte anual de 700.000 toneladas en la fábrica de Asturias y lo que queda claro es que nos espera un último trimestre duro, tanto en toda Europa como probablemente a nosotros, que recibimos productos de Asturias y de Marsella», decían además de criticar la ausencia de comunicación interna, pese a que en el comité europeo se reclamaron detalles de cómo se iba a planificar esa reducción anunciada el pasado 6 de mayo. «La incertidumbre es total y lo que queremos es que nos digan también la verdad sobre las razones que están llevando a esto», añadían.

Los nuevos ajustes anunciados se concretaron en dos extremos: Que afectarán sobre todo a sus instalaciones en la planta francesa de Dunkirk y la alemana de Eisenhüttenstadt e implicarán prolongar la parada de producción en el cuarto trimestre de este año para reparar un alto horno en su planta de Asturias. También detalló que conllevarán una rebaja de la producción en Bremen (Alemania) en el cuarto trimestre del año, donde se extenderá el paro de producción de un alto horno para llevar a cabo obras de reparación.

El consejero delegado, Geert van Poelvoorde, precisó que se trata de algo «temporal que será revertido cuando mejoren las condiciones de mercado». No obstante, las acciones de ArcelorMittal cayeron en bolsa un 3,81 %.