La Comunitat Valenciana se encuentra en el furgón de cola del gasto por demandante de empleo en 2017, con 29,84 euros, lejos de la media española de 44,59 euros y, muy especialmente, de la autonomía que ocupa la primera posición de este escalafón, el País Vasco, con 97,62. Así consta en el informe sobre revisión del gasto público ( Spending Review) en políticas de empleo publicado ayer por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que indica que España gasta entre 6.100 y 6.500 millones de euros anuales en este menester, denuncia «claras deficiencias» y pide una mejor medición de resultados para hacerlas más eficaces.
El documento sitúa a la Comunitat Valenciana en las últimas posiciones también en la intensidad del gasto por parado, es decir, que el presupuesto inicial es superior al gasto real. Otra de las cuestiones que mide el informe es el gasto en las oficinas de empleo. La autonomía acapara el 12 % del total, con 28,9 millones de euros, y ocupa la primera posición en número de demandantes por cada sucursal con 17.653, muy por encima de los 11.064 de la media. La Comunitat Valenciana tiene una ratio de empleados en servicios centrales por trabajadores en oficinas de 0,66, frente a los 0,73 de la media. Los directivos tienen un coste medio de 47.420 euros, por 35.020 de los técnicos y 26.405 de los administrativos. El 89 % de los gastos totales en oficinas de empleo fue para personal y el 96% de los servicios realizados por las sucursales fue de información y orientación.
Programa Prepara
Respecto al programa Prepara, dedicado a promover la transición al empleo estable y la recualificación profesional de las personas desempleadas, la AIReF concluye que, con un coste de 1.432 millones entre 2012 y 2017 en toda España y más de 850.000 beneficiarios, «no mejora la probabilidad de incorporarse al mercado laboral durante los 6 meses que dura la prestación».
