En casa del herrero cuchillo de palo. Los habitantes de la Comunitat Valenciana, en comparación con el resto de España, con 11,31 kilogramos por persona y año, son los que menos cítricos consumieron en 2018. Ese volumen representa 6 kilos menos que la media (17,04 kilos/persona/año), según indica el Informe del consumo de alimentación realizado por el Ministerio de Agricultura, elaborado a partir de los datos que suministra una encuesta realizada a través de 8.500 puntos de información o paneles en toda España
La ingesta de cítricos en la mayor región productora de agrios, con 4 millones de toneladas por temporada (el 60 % del total) y con las principales empresas exportadoras de Europa en su territorio, contrasta con los mayores volúmenes de los consumidores de Castilla y León (19,66 kilos), País Vasco (23,68), Galicia (22,68) y Cantabria (23,43), que ocupan los primeros puestos. Y eso que los precios de venta al público, en medio una campaña desastrosa para los productores, eran baratos: 1 euro/Kg.
Más allá de las naranjas, el citado informe alimentario destaca que los valencianos se situaron algo por encima de la media de España en gasto en alimentación en 2018, que se elevó a 2.526 euros/año y supone un incremento del 2,2 %. El consumo de alimentos y bebidas en la Comunitat Valenciana ascendió a 646,85 kilos y el gasto fue de 1.467,51 euros por persona. A la vista de los datos del ministerio -que no tiene en cuenta el consumo de los turistas ni el realizado en instituciones y colectividades- los hábitos de vida reflejan cambios. Eso se ve en que el 13,8 % de los alimentos se consumen fuera de casa (crece un 3,5 % respecto a 2017, dada la mejor situación económica), aumentan las ventas de preparados y listos para comer (llamados como IV gama) y de cápsulas de café. Los menores de 34 años son los que menos salen a comer o a tomar algo mientras los mayores de 60 son los que más gastan.
Menos azúcares
Los productos que suponen un mayor volumen de consumo siguen siendo las frutas, hortalizas, patatas frescas, leche y derivados lácteos. También adquiere un protagonismo especial el consumo de aceite de oliva, con incrementos de hasta el 9,2 %. Por canales de ventas, los supermercados representaron el 47,2 % de las ventas de alimentos, entre los que se prefieren los que tienen menos azúcar. Y un tercio del gasto fue en carnes y pescados.
